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Solzhenitsin ataca a la "oligarquía cerrada" que gobierna Rusia

El escritor ruso Alexandr SoIzhenitsin hizo ayer una de sus raras apariciones en público para ir al hotel Metropol, en el centro de Moscú, a recibir el premio italiano Brancati, que le ha sido otorgado este año junto a los novelistas Jorge Amado y Günter Grass. Solzhenitsin aprovechó la ocasión para volver a hablar de los temas que le preocupan: la decadencia del mundo interior de la persona mientras la civilización progresa, el problema de cómo realizar obras de valor que sean comprendidas y accesibles a las masas y la falta de democracia real en Rusia. Aunque el insigne novelista ha cumplido su palabra y no se ha mezclado en la política militante, tiene ideas claras sobre lo que sucede en Rusia. "El principal peligro consiste en que el país está gobernado por una oligarquía cerrada que se dice democrática pero que no ha hecho nada por la democracia. No hay democracia en Rusia, y ni siquiera ha comenzado, porque el pueblo no tiene ninguna posibilidad de influir sobre su propio destino", denuncia Solzhenitsin, que hasta el momento se ha cuidado de criticar en concreto al presidente Borís Yeltsin.

Solzhenitsin hizo una ardiente defensa de las "numerosas culturas originales". "Actualmente se habla de la cultura universal como de un concepto claro, que, no ofrece lugar a dudas. Sin embargo, en Occidente, a menudo por esté Concepto se entiende la cultura de Europa occidental, a la cual paulatinamente se acercan las otras culturas del mundo.

Pero ésta es una conclusión apresurada e infundada", dijo el premio Nobel.

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