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Vázquez Montalbán y Antonio Hernández ganan el premio de la Crítica en literatura castellana

'El estrangulador' es "una explosión de indignación moral y ética", según su autor

El escritor Manuel Vázquez Montalbán ganó ayer el 400 Premio Nacional de la Crítica, correspondiente a 1994, en castellano, por su libro El estrangulador, y el poeta Antonio Hernández lo fue en poesía en castellano, por su obra Sagrada forma, junto con obras correspondientes en catalán, euskera y gallego. El premio, instituido por la Asociación de Críticos Españoles, no lleva dotación económica y en esta ocasión fue financiado por la Dirección General del Libro. El jurado estaba compuesto por 18 vocales, algunos de los cuales son fijos y otros son rotatorios. Rafael Conte, que abandona la presidencia "por cansancio vegetal", señaló que, por su lista de galardonados, el de la crítica es el premio español de referencia.

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En catalán fueron galardonadas La passió segons Renée Vivien, de Maria Merçé Marçal, y Un hivern plàcid, de Miquel Martí i Pol; en euskera, Hautsaren Kronika, de Inazio Mujika Iraola; y en poesía, Sarean Leiho, de Juan Kruz Igerabide; en gallego, Criminal, de Xurxo Borrazás, y en poesía Estirpe, de Xosé Luis Méndez Ferrín.Los jurados catalán, gallego y vasco vienen con el voto delegado de sus respectivas asociaciones, pero aún así se discute. En castellano ya no se puede repetir, en los otros idiomas sí, con intervalos de cinco años. Los latinoamericanos ya no pueden concurrir.

Seis de los miembros del jurado son fijos, y pertenecen a otros tantos periódicos nacionales, EL PAÍS entre ellos. Otros son miembros de la junta directiva de la Asociación de Críticos, y otros proceden de medios informativos que cambian cada año y que se eligen por sorteo. Entre otros, participaron este año El Correo de Andalucía, El Diario de Navarra, Las Provincias y El Urogallo.

Presididos por Dámaso Santos los críticos fueron Santos Alonso, Ángel Basanta, Ricardo Bellveser, Encarna Castejón, Rafáel Conte, Miguel García Posada, Amalia Iglesias, Juan Ángel Juristo, Jon Kortázar, Francisco Lira, José Luis Martín Nogales, Juan Antonio Masoliver, Ana María Navales, María José Navarro, Luciano Rodríguez, Pero J. de la Peña, Fernando Valls, Dolores Vilavedra, Jordi Villaronga y Carlos Galán Lorés.

La novela El estrangulador es "una explosión de indignación moral y ética", dice Manuel Vázquez Montalbán. "Llevaba esta novela desde hace mucho tiempo en el buche y de repente no tuve más remedio que soltarla".

El escritor catalán recibió ayer la noticia de que su novela El estrangulador (Mondadori) había obtenido el premio con "una alegría tremenda" porque es un galardón de gran prestigio, "que no tiene carácter político ni comercial". Vázquez Montalbán valoró especialmente el premio porque, según dijo, nunca ha tenido "buena química" con los críticos. "Sobre todo por culpa mía", dijo.

Vázquez Montalbán, que ganó el Premio Nacional de literatura por Galíndez y también el Europa, no está de acuerdo con la opinión general de que El estrangulador es una novela mucho más literaria que, por, ejemplo, Galíndez. "Dicen que es más literaria porque es más ensimismada. No tiene nada que ver. Cada desafío es diferente. En realidad, me cuesta mucho más escribir una novela de Carvalho que ésta".

El escritor publicará para el Día del Libro Manifiesto desde el planeta de los simios, un ensayo "para recuperar el discurso de la razón". Manifiesto... ya ha salido en Italia (Feltrinelli), con una tirada inicial de 35.000 ejemplares, lo que a Vázquez Montalbán le parece "una barbaridad; es demasiado", y próximamente se editará en Francia, Gran Bretaña, Grecia y Alemania. En la línea de Derecha e izquierda, de Norberto Bobbio, Manifiesto..., que parte de una metáfora (los monos tienen miedo de la utopía de los hombres), es una reflexión sobre los que nos aguarda en este fin de siglo. Más adelante Vázquez Montalbán publicará en Planeta Pasionaria y los siete enanitos, que entre otros aspectos analizará el impacto de una mujer, Dolores Ibárruri, en un medio masculino.

Viaje imaginario

El poeta gaditano Antonio Hernández, de 51 años, definió ayer su libro Sagrada forma (Visor), un solo poema en 25 cantos, como "un viaje imaginario a través de la noche a los orígenes". La obra había recibido con anterioridad el premio Gil de Biedma, destacando el jurado, presidido por Rafael Alberti, una poesía "formalmente perfecta" en ese "viaje real o imaginario". Autor de 12 libros de poesía y tres antologías, además de cinco novelas y dos de relatos, tiene fama de ganador de premios, aunque considera que diez no Son muchos en su vida de escritor. El título de sagrada forma tiene, según su autor, un sentido aristotélico, "lo que puede ser distinto a la materia". En verso libre, el poeta repasa su vida, "inquietudes y forma de entender el mundo; una vuelta a los orígenes".

"La poesía es un trabajo de síntesis, de esencialidad, que de pende del estado de gracia para que tenga emoción y profundidad". Antonio Hernández es el más joven de los poetas del 60, con Grande, Jiménez, Vergés o Ríos Ruiz. "Sobre todo es un grupo de amigos. Somos la generación del 68, que quedó oscurecida por la de los novísimos. Ellos tienen una expresión culturalista, de artificio, engalanada, y nosotros esencialista, comprometida, testimonial, más austera".

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