Cascos acusa al Gobierno de destruir todo rastro de los fondos reservados

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, disputaron ayer una carrera dialéctica a piñón fijo. Cascos leyó pormenorizadamente las imputaciones realizadas por Luis Roldán ante el juez Garzón sobre el uso ilícito de fondos reservados. Belloch leyó prolijamente la "fragmentada e incompleta" legislación sobre el carácter secreto de ese dinero. El dirigente del PP acusó al Gobierno de destruir todos los documentos "comprometedores" sobre el uso de los fondos. Belloch recriminó al PP su incongruencia por exigir respecto al pasado obligaciones que ni siquiera él propone para el futuro.

Francisco Álvarez Cascos hizo ayer doblete. Preguntó a primera hora de la tarde a Felipe González acerca de cuándo se enteró del enriquecimiento ilegal de altos cargos de su Gobierno a costa de los fondos reservados, y dos horas después interpeló al ministro de Justicia sobre el uso fraudulento de esos fondos. A González le recordó que en 1991 comunicó al tribunal que juzgaba a Amedo y Domínguez que había abierto una investigación sobre los GAL. "¿A qué conclusiones llegó, si no llegó a ninguna conclusión en relación con el uso de los fondos reservados?", le espetó.González replicó que cuando se empezaron a conocer las irregularidades pidió a los ministros que se responsabilizaran del buen uso de los fondos que se les había encomendado. Pero, además, el presidente del Gobierno consideró incongruente que Cascos invocara el respeto al Estado de derecho y que el PIP, tras presentar una denuncia en un juzgado, pretenda erigirse en, juez y parte.

El ministro de Justicia e Interior reconoció, por su parte, que hay "una colisión de deberes" ante el requerimiento de los tribunales a los funcionarios para que ayuden a aclarar el uso ilícito de fondos reservados. De tal colisión -obligación de colaborar con la justicia, por un lado, y obligación de guardar secreto sobre el uso de los fondos, de otro lado- se deriva, según Belloch, que "no caben afirmaciones rotundas". Es decir, depende de qué valor sea más importante preservar en cada caso.

En su interpelación, Francisco Álvarez Cascos se preguntó, con pretensión irónica: "¿Se puede aceptar como colaboración del Gobierno con la justicia el aumento de celo promovido por el Gobierno del que forman parte los señores Asunción y Belloch para destruir con efectos retroactivos, celeridad inadmisible e implacable tenacidad todo rastro de cualquier uso de los fondos reservados, usados bajo sospecha desde varios años antes?".

E incluso se preguntó si quedarán más fragmentos por conocer del iceberg que forman los 17.000 millones de pesetas asignados a fondos reservados en los cinco últimos años.

Belloch acusó a Cascos de mentir por no probar su denuncia de que el actual ministro del Interior ha destruido documentos comprometedores para la gestión de predecesores suyos. Y puso al representante del PP ante la incoherencia (le su partido por reclamar la conservación de documentos acreditativos del uso de fondos reservados cuando hasta ahora no ha existido esa obligación legal y el PP ha aceptado que tal requisito no exista siquiera en la nueva ley reguladora de los fondos reservados, actualmente en tramitación en el Senado.

"Usted ha organizado una orgía jurídica para evadirse de las responsabilidades políticas", le replicó Álvarez Cascos. "Largo metraje para tan corto mensaje. El resumen de su intervención es: la justicia tendrá que arreglárselas por su cuenta porque este Gobierno no va a colaborar para aclarar el uso fraudulento de los fondos reservados. Usted, aunque con apariencias renovadoras, cae en los mismos vicios que sus antecesores".