El cineasta Chano Piñeiro fallece en Vigo a los 40 años

Luciano, Chano Piñeiro, autor del primer largometraje en lengua gallega, Sempre xonxa, falleció a causa de un edema pulmonar, en la madrugada de ayer, en el hospital Xeral de Vigo, donde había sido ingresado el lunes. Tenía 40 años, había sido operado en varias ocasiones por padecer la enfermedad de Crohn y, pese a su decidida vocación de cineasta, que cultivó de manera autodidacta y siempre el gallego, el raquítico panorama cinematográfico de esta comunidad le obligó a vivir de su profesión de farmacéutico.

"Ha muerto un trozo de la Galicia del futuro", dijo el alcalde de Vigo, Carlos Príncipe; quien propondrá al Ayuntamiento dedicar a Chano Piñeiro una calle de esta ciudad y que también lleve su nombre un ciclo de cine. "Ha sido el más importante cineasta gallego de las últimas décadas", anadió el alcalde, "un amigo y un compañero de combate por la libertad y por la construcción de una Galicia igualitaria, liberada, abierta al mundo y dueña de su futuro".Natural de Forcarey (Pontevedra), Chano Piñeiro se inició en el cine en 1977 con los cortometrajes Os paxaros morren no aire y Eu, o tolo (Yo, el loco) por Mamasunción (1984) obtuvo el premio de la crítica en la sección de artes y ciencias de la representación en Galicia. Para el Ayuntamiento de Vigo realizó un mediometraje, Esperanza, sobre los problemas del alcoholismo, y para la Xunta 0 camiño das estrelas, la película oficial que promocionó por todo el mundo el Xacobeo 93. Estas obras "menores" le hicieron ganador del gran premio del cine español (Bilbao, 1985) y otros diversos galardones en festivales, como los de Oberhausen, Cracovia, Figueira da Foz (Portugal) y Tetuán. Era también un gran aficionado a la pintura.

Sempre xonxa, realizada en 1989, fue su obra de madurez y, sin duda, un jalón insoslayable en la historia cinematográfica de Galicia. Obtuvo todos los parabienes de la crítica y participó, con elogios, en los festivales de Montreal, Chicago, La Habana y Portland. Con equilibrio y sensibilidad, Chano Pifieiro aprovechó una trama de amistad y amor entre dos hombres y una mujer para reconstruir el ambiente de los emigrantes a punto de embarcar. Rodó la película en cuatro fases, en las cuatro estaciones del ano, para ambientar cuatro décadas diferentes.