Gala invita a las mujeres a transgredir la felicidad doméstica en su novela 'Más allá del jardín'

La casa en la que vive la aristócrata sevillana Palmira Gadea, protagonista de Más allá del jardín, la última novela de Antonio Gala (Córdoba, 1936), sirvió ayer de escenario para la presentación de la obra. La antigua hacienda de los Romero, ubicada en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), es el refugio placentero que Palmira se ve obligada a abandonar para enfrentarse con la vida. "El camino de la felicidad comienza con la búsqueda de uno mismo, con el desenmascaramiento. Hay que salir fuera y transgredir las normas de la moral, que no son otra cosa que la higiene social", dijo Gala.

Más allá del jardín, la cuarta novela de Gala, que acaba de publicar la editorial Planeta, es "una invitación a todas las mujéres a la transgresión. Está dirigida a las que viven instaladas en la felicidad doméstica del matrimonio y acatan la moralidad burguesa", aseguró ayer el escritor. "Adán y Eva eran animales domésticos antes de morder la manzana del conocimiento, del bien y del mal", añade. "La felicidad moderada no existe. Existe el ansia de felicidad, pero hay que buscarla y Jugársela en la búsqueda".Para Gala,, quien e jacta de ser experto en el alma femenina, la sociedad camina hacia el matriarcado. "Creo que se está produciendo un balanceo en el poder. El patriarcado no nos ha hecho mejores, ni más pacíficos. La mujer está llena de recursos que se enriquecen con pequeños placeres y ése es el poder de lo femenino", asegura.

En Más allá del jardín, Gala emplea técnicas distintas que en sus anteriores novelas, El Manuscrito Carmesí (1990), Granada de los Nazaríes (1992) y La pasión turca (1993), escritas en primera persona. "Yo soy el narrador, pero a mi lado está la voz de Palmira que cuenta los entresijos de su corazón. Palmira y yo toreamos al alimón en la novela".

La obra de Gala,- -en la que subyace una poesía "llena de sensualidad andaluza", es una mezcla de todos los géneros y está llena de acción. "Además de lo que ocurre en su entorno, la acción nace del interior de Palmira. Todo su mundo se derrumba a una edad crítica, cuando llega la menopausia y siente que no la necesita nadie. En ese momento se termina la biología y empieza la biografia". La protagonista se encuentra desamparada cuando sale del jardín y se enfrenta por fin con la realidad: un amor carnal y arrebatador.

El éxito de, público de la versión cinematográfica de La pasión turca, dirigida por Vicente Aranda, ha hecho que dos productores le propongan llevar al cine su última obra. "Estoy escarmentado, La pasión turca resultó muy deslabazada y antes de decidirme pensaré mucho qué director sería el adecuado", comenta Gala.

El escritor ha elegido Sevilla para presentar su novela porque en ella se desarrolla la historia. "Me hubiera gustado que no coincidiera con la boda de la infanta Elena.. No creo en las bodas. Los matrimonios son como un solar, cada uno aporta el material de construcción, pero como uno de ellos no sea arquitecto los edificios se quedan sin hacer", añade.

El escritor aseguró ayer, refiriéndose al proyecto del Partido Popular sobre el teatro: "Cualquier política teatral me parece terrible. El teatro debe mantener una relación sin intermediarios con el público. Las subvenciones deben ser para la escuela", concluyó.