Agentina negocia con el FMI la concesión un préstamo de 2.000 millones de dólares
Convocada urgentemente por el Gobierno argentino, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaba ayer a Buenos Aires para negociar un préstamo de 2.000 millones de dólares (256.000 millones de pesetas). La solicitud de esta inyección financiera tiene como objetivo evitar un mayor agravamiento de la crisis financiera y facilitar, a su vez, la entrega de otros créditos que se discuten con la banca comercial extranjera. Argentina necesita, según el Gobierno, recuperar urgente, mente la confianza de los inversores extranjeros.
Las expectativas de un acuerdo con el Fondo fueron acogidas positivamente por la Bolsa, que cerró la semana con un alza de 12,8 puntos después de sucesivas y alarmantes caídas, y han generado un ambiente de prudente esperanza en una economía con el agua al cuello por la masiva fuga de capitales.Los técnicos del FMI estudiarán las medidas fiscales y de salvamento preparadas por el ejecutivo de Carlos Menem, y las garantías de pago ofrecidas, antes de aprobar la entrega de la nueva financiación. El secretario de Programación Económica, Juan José Llach, admitió que el país sufre una crisis de confianza y el objetivo fundamental del paquete de medidas en preparación -las principales sometidas a la consideración del Congreso- es recuperar el aval de los inversores y la liquidez del sistema.
"Tanto el acuerdo con el FMI como el aumento de impuestos son requisitos para que la Argentina pueda mostrar a los tenedores de títulos que esos papeles van a ser honrados puntualmente", afirmó.
El Banco Central argentino, mientras tanto, continúa asistiendo a los bancos con mayores problemas y los préstamos contra garantías de títulos públicos se acercan a los 1.000 millones de dólares. Paralelamente a los contactos con el FMI, se negocian con bancos privados argentinos y extranjeros, entre ellos el Morgan, Chemical y Fist Boston, otros 2.000 millones de dólares, una parte de los cuales quiere recibir el Gobierno por adelantado para afrontar las dificultades de liquidez y eludir la amenaza de una quiebra en la cadena de pagos de bancos y empresas. "En Argentina se acabaron los Reyes Magos", subrayaba un analista.
Compromisos
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, aseguró por su parte que el país cumplirá todos sus compromisos internacionales y mantendrá el plan de convertibilidad, que establece la paridad del peso con el dólar, que es una de las piezas clave para las negociaciones argentinas en el exterior. También descartó toda posibilidad de devaluar la moneda o incautar depósitos bancarios, uno de los temores del pequeño ahorrador. "Cumpliremos todos los vencimientos de la deuda y con todos los contratos firmados por el Gobierno nacional", aseguró tajantemente.
Sin haber fomentado suficientemente el ahorro interno, con muy escasos recursos financieros, Argentina deberá afrontar durante el ejercicio de 1995 pagos externos del orden de los 5 000 millones de dólares.
Disciplina fiscal
Los empresarios, por su parte, se han reunido en varias ocasiones con Domingo Cavallo con el objetivo de influir en la dirección de las medidas económicas que deben adoptarse, que los sindicalistas anticipan duras y conflictivas como corresponde a un periodo de ajuste económico. El Consejo Empresario Argentino, encabezado por Enrique Ruete Aguirre, ha propuesto al ministro de Economía argentino una serie de acciones que, posteriormente, no ha precisado públicamente. "Las daremos a conocer en breve", declaró su portavoz.
El ex-presidente del Banco Central, Javier González Fraga, ha sumado sus opiniones al coro de quienes reclaman una mayor disciplina fiscal, a través de una reducción del gasto público y un aumento de los impuestos. "Así vamos a seguir con posibilidades de acceder a los mercados internacionales y conseguir fondos para la refinanciación de los vencimientos del sector público (...) La crisis de la economía será corta porque no vamos a meterle la mano en el bolsillo a millones de pobres para financiar a unos pocos señores que quieren mandar la plata afuera".
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