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Agricultura prepara un plan de regadíos que costará 1,12. billones de pesetas

El Ministerio de Agricultura, a través de la Secretaría General de Estructuras, ha elaborado un plan de regadíos que debe acompañar al plan hidrológico nacional en el que se prevé la mejora en los próximos. 20 años de 1,8 millones de hectáreas. La ejecución de este plan, cuyo proyecto será presentado en los próximos días a las Comunidades Autónomas y a las organizaciones agrarias, supondrá, según las primeras estimaciones, una inversión pública y privada que supera los 1,12 billones de pesetas.

Responsables de los Ministerios de Agricultura y de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambíente mantienen conversaciones para distribuir las responsabílidades a efectos de financiación. En una primera estimación, Agricultura debería aportar en los próximos 20 años 350.000 millones, cantidad que no se considera posible. Una parte de estos gastos podrían financiarse con fondos comunitarios. La principal acción de este plan, no sería el aumento de las superficies de regadío, sino la mejora de 1,8 millones de hectáreas ya existentes que podría suponer el ahorro de 1.300 hectómetros cúbicos de agua. Esta cantidad significa el 5% del consumo actual.Según el secretario general de Estructuras del Ministerio de Agricultura, Carlos Tió, los objetivos del nuevo plan se centran en una modernización y consolidación de los regadíos actuales, 3,4 millones de hectáreas, el ahorro de agua y la construcción de nuevos regadíos. Para los responsables de Agricultura, ese, nuevo plan se debe abordar considerando globalmente el papel del agua en el con unto del medio rural, su impacto medioambiental y las políticas de producciones y mercados que se derivan de la actual Política Agrícola Común así como del Acuerdo GATT cuya aplicación comenzó el pasado uno de enero.Del total de los regadíos actuales, el 29% tiene más de 200 años, el 36% supera los 90 años y el 73% tiene más de 20 años. Esta situación de envejecimiento, junto a las deficiencias en sus estructuras con miles de hectáreas que se siguen regando por sistemas tradicionales, suponen una importante pérdida de recursos que en muchos casos supera el 40%.

Para combatir esta situación, el Ministerio de Agricultura ya puso en marcha en 1993 un plan para mejora de regadíos tradicionales, aunque con unas dotaciones económicas escasas. Para la Administración es fundamental abordar la modernización y racionalización de 1,8 millones de hectáreas. Como instrumento puente hasta la aplicación del plan de regadíos, la Administración prepara un proyecto de ley de uso eficiente del agua de aprobación inmediata.

En lo que se refiere a la política de nuevos regadíos, para los responsables del Ministerio de Agricultura se considera que no es posible una delimitación exacta de las superficies a transformar en los próximos 20 años. De acuerdo con esta filosofía, se definiría un marco teórico de actuaciones que se irían abordando en función de las, circunstancias y las disponibilidades económicas existentes tanto por la Administración central como de los gobiernos regionales. En principio hay 388.000 hectáreas ya declaradas para su transformación en regadío y otras 630.000 para las que hay solicitada dicha declaración. Agricultura pretende hacer una revisión de estas superficies con el fin de proceder a una redifinición de las mismas en función de diferentes baremos económicos, medioambientales, población de la zona y establecer posteriormente prioridades.

Actualmente, sobre una demanda total de agua en España de unos 30.500 hectómetros cúbicos, los consumos de los regadíos suponen el 80% de esos recursos y ascienden a 24.000 hectómetros cúbicos.

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