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EL 'CASO ROLDÁN'

Un coronel declara que se falsificó su firma en recibos para justificar 77 millones

Luis Roldán modificó desde su llegada a la Dirección General de la Guardia Civil el procedimiento de gestión de los fondos. reservados. El cambio consistió según declararon varios responsables del instituto armado a la juez Ana Ferrer, en manejar siempre fondos en efectivo y guardarlos en una caja fuerte en su despacho, de la que sólo él tenía llave. Por otra parte, un coronel aseguré a la juez que se había falsificado su firma en documentos de disposición de gastos reservados por un monto de 77,5 millones de pesetas en las semanas siguientes a la llegada de Roldán a la jefatura de la Guardia Civil.

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El jefe del servicio de Gestión Económica de la Guardia Civil, José Francisco Mateo García, declaró el 23 de mayo pasado que, hasta la llegada de Roldán, las partidas de gastos reservados se entregaban directamente al servicio que los requería tras explicar éste su finalidad. El nuevo director, sin embargo, pidió que todo el dinero se le transfiriera a él "en metálico".Desde ese momento, las entregas a las comandancias se hacían directamente en metálico. Mateo García asegura también que cuando llegó Roldán a la dirección, en noviembre de 1986, había un fondo acumulado para gastos reservados de 122 millones de pesetas. Hasta febrero de 1987, Roldán "extrae todo el dinero en metálico". Otros testimonios corroboran ante la juez esta afirmación. Mateo García afirma que le sorprendió esta medida y la consideró anormal".

En parecido sentido declara el mismo día José Fayos Biosca, habilitado cajero pagador, de" pendiente del servicio de gestión económica. Según explicó a la juez, "Roldán quería dinero en efectivo", por lo que se obligó a la sucursal de la Caja Postal instalada en las dependencias de la Dirección General, en la calle de Guzmán el Bueno, de Madrid, a tener siempre cantidades disponibles.

Esta medida causó sorpresa a a un coronel apellidado Velasco, según el testigo. Fayos Biosca precisa que los fondos llegaban del Banco de España y del Tesoro. Desde el servicio de gestión económica se comunicaba a la secretaría personal de Luis Roldán, "a lo que siempre le respondían que querían el dinero en efectivo".

El coronel Joaquín Velasco Calvo, jefe de administración y contabilidad de la Guardia Civil en diciembre de 1986, presta declaración el mismo 23 de mayo del año pasado. Hasta esa fecha, según afirma, se disponía de unos 14 millones de fondos reservados al trimestre. Quedaba contabilizada oficialmente la gestión de este dinero en los libros mayor, diario y de caja".

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"Si no cree en Dios..."

El coronel Velasco mostró a la juez un documento en el que se contabilizan los 126 millones de pesetas acumulados en aquel momento. "En tres meses comenzó a sacar dinero [el director general] quedándose el 20 de enero de 1987 en 15.000 pesetas".

El siguiente en declarar sobre esta cuestión es el también coronel Auxilio Cabrero Montoro, retirado desde 1990. Cabrero fue a la Dirección General de la Guardia Civil en octubre de 1986, reclamado para su secretaría personal por el entonces director, teniente general José Antonio Saenz Santa María. "Nada más llegar Roldán", declara el coronel a la juez, "le preguntó al declarante qué fondos reservados disponía". Cuando Cabrero le informó que las partidas eran de menos de 60 millones anuales le pareció a Roldán "una cantidad pequeña" y le dijo que en Pamplona, donde había desempeñado la delegación del Gobierno, "tenía más". Roldán le preguntó también ante quien se justificaban los fondos reservados. El coronel declaró que su respuesta fue: "Si no cree en Dios, ante nadie".

La continuación de la declaración del coronel Cabrero es aún más sorprendente. La juez le exhibe diversos recibos autorizando la disposición de cantidades de los fondos reservados entre el 5 de noviembre de 1986 y el 12 de enero de 1987. La primera fecha es el día siguiente a la toma de posesión del nuevo director de la Guardia Civil.

Ese día, Roldán firmó un recibo según el cual dispuso de un millón de pesetas de fondos reservados. El documento aparece también firmado por el coronel Cabrero, pero éste declaró a la juez ?con toda seguridad" que no estampó su firma y que quién la había imitado "es un artista".

Lo mismo declaró sobre recibos de un millón (10 de noviembre), siete millones (27 de noviembre), tres millones (17 de noviembre), 30 millones (8 de enero de. 1987), cinco millones y medio (9 de enero) y otros 30 millones (12 de enero). En total fueron retirados 77,5 millones de pesetas en menos, de 70 días.

Cabrero manifestó a la juez su extrañeza por la falsificación de su firma, porque, según explicó, si Roldán le hubiera pedido que suscribiera los recibos lo habría hecho. A excepción del primero, todos los recibos aparecen firmados también por el "teniente coronel mayor" y el "coronel o de pagos".

Cabrero relata también que tras manifestar Roldán su voluntad de llevar personalmente la administración de los fondos reservados, le indicó que necesitaba una caja fuerte en su despacho. El coronel Cabrero, según su declaración a la juez, sugirió a Roldán que le dejase a él en un sobre lacrado una copia de la llave "por si se le perdían" las suyas, pero el director de la Guardia Civil se negó.

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