La larga espera de la magistrada

Mientras el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y los policías que intervinieron en la captura de Roldán celebraban su triunfo, la juez Ana María Ferrer, tras reclamar que le informasen sobre la entrega del prófugo, esperaba en vano que alguien del ministerio le llevase la documentación a su juzgado en la plaza de Castilla.Sólo cuando se supo por los medios de comunicación que las autoridades laosianas condicionaban la entrega de Roldán a que fuera juzgado sólo por dos delitos, el ministerio se apresuró a hacerlos llegar. El fax, fechado el 28 de febrero, llegó al juzgado a las 9.20 de ayer, día 1 de marzo. En total, 22 horas de espera.

Según las diligencias sumariales, el ex director general de la Guardia Civil fue puesto a disposición judicial con sólo un acta de información policial de derechos y un acta de intervención donde constan los efectos -monedas, billetes, agendas y maletines de ropa- que tenía el prófugo en el momento de su captura.

Al no hacerse entrega de ningún otro documento ni ninguna información sobre la detención, la juez Ferrer decide enviar un oficio a la secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, "a fin de que explique cumplidamente a este juzgado las circunstancias en las que se produjo la detención de Luis Roldán Ibáñez".

Tras hacer examinar a Luis Roldán por los médicos forenses y disponer su ingreso en prisión, la magistrada Ferrer estuvo todo el día en el juzgado hasta las ocho de la tarde, y durante el tiempo que permaneció en la sede judicial "no ha comparecido persona alguna ajena a este juzgado ni se ha recibido despacho por ningún medio", según otra diligencia judicial.

En suma, el ministerio no entregó a la juez unos documentos en los que constaban las especiales condiciones de la extradición de Luis Roldán, limitada a su enjuiciamiento por sólo dos, de los siete delitos, por los que la juez; decretó su busca y, captura internacional -prevaricación, y cohecho- y por los que Roldán no podría ser castigado con más de doce, años.

Este periódico intentó infructuosamente comunicarse con la juez Ana María Ferrer durante todo el día de ayer.