_
_
_
_

Sólo González, Serra, Belloch y Rubalcaba estaban al corriente de la operación

Miguel González

La captura del ex director general de la Guardia Civil, el pasado 20 de febrero en Laos, ha sido uno de los secretos mejor guardados por el Gobierno socialista. Consciente de que nada es más difícil de disimular que una buena noticia y temeroso de que una indiscreción pudiese frustrar su resultado o levantar expectativas que luego se viesen defraudadas, el ministro Juan Alberto Belloch ocultó la buena nueva incluso a la mayor parte de sus compañeros de gabinete.Aunque desde hace semanas corría el rumor de que la caída de Roldán era inminente, muy pocas miembros del Gobierno estaban en el detalle de la operación. Concretamente dos, fuera del ministerio de Justicia e Interior: el presidente Felipe González, y el vicepresidente, Narcís Serra. A última hora, se sumó a este selecto grupo el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Ni siquiera el Ministerio de Defensa, que colaboró a la repatriación de Roldán con un avión Falcon 50 de la Fuerza Aérea, estaba al corriente de lo que se cocía. El departamento de Justicia e Interior pidió, a lo largo del pasado fin semana, que estuviese preparado un avión Mystere del Grupo 45 del Ejército del Aire, dedicado al traslado de personalidades, para volar al extranjero.

Cuando se preguntó al Ministerio de Justicia e Interior cuál era el aeropuerto de destino, para solicitar los correspondientes permisos de sobrevuelo, éste se limitó a contestar que no era preciso solicitar autorización, ya que se trataba de un país con el cual España tiene acuerdo permanente; lo que llevó a pensar que se trataba de uno de tantos viajes discretos que los responsables policiales realizan a Francia.

Durante la tarde del lunes, el titular de Defensa, Julián García-Vargas, compareció en el Congreso para informar del recorte presupuestario. Al término de la reunión, el ministro charló en privado con un grupo de diputados socialistas. No les dijo, sin embargo, que el fugitivo más buscado de la democracia española volaba en ese momento desde Bangkok a Roma custodiado por cinco policías.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_