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Entrevista:

"Hay que prepararse para mayores sequías"

Martin Parry, geógrafo, llevaba años estudiando el impacto en el pasado de las alteraciones del clima. Hoy, cuando los científicos intentan saber si la actividad humana está produciendo un cambio climático, Parry estudiar qué puede pasar si aumentan las temperaturas, sube el nivel del mar, cambia el régimen de precipitaciones.... Profesor del University College. de Londres, es codirector del programa de la Agencia del Medio Ambiente de Estados Unidos con participación de 25 países, para estudiar el impacto del cambio climático y la vulnerabilidad de diferentes regiones.

Pregunta: El aumento de un grado centígrado en las temperaturas medias, como predicen los modelos de simulación climática para dentro de 50 años, no parece muy impresionante.

Respuesta: Hay una variabilidad natural del clima, pero piense que un grado es la diferencia entre la temperatura actual y la de la Pequeña Edad Glacial, a finales del siglo XVII, y el río Támesis se congeló. Fue una época muy dura para muchas regiones de Europa. Ahora añada un grado más, dentro de 50 años. Un grado es un cambio muy significativo, es la diferencia entre las temperaturas medias de Londres y Lion, por ejemplo.

P. Con los resultados de los modelos climáticos, ¿qué impactos cabe esperar?

R. Hay fuertes indicios de que habrá incrementos del rendimiento de las cosechas en las altas latitudes del hemisferio norte, donde ahora los cultivos están restringidos por el clima. El límite térmico para la agricultura en Europa está ahora por Escocia, el sur de. Escandinavia y el Norte de Moscú. Si las temperaturas aumentan, las regiones más al norte serían cultivables. Por cada grado de aumento de temperatura, ese límite se desplaza 500 kilómetros. Esto significa 50 años, según los resultados de los modelos de predicción, o cien kilómetros por década o de tres a cinco metros por día. Por el contrario, en las zonas ahora templadas, un aumento de la temperatura puede suponer sobrepasar la capacidad de resistencia de las plantas. En las regiones áridas, el aumento de la evaporación empeora la situación para las cosechas, y en las zonas tropicales, donde la agricultura depende mucho de las precipitaciones estacionales, el cambio sería crítico. En el sur de Europa, las predicciones indican un aumento de la sequía, tanto en verano como en invierno. En una región que ya es semiárida... no hay que ser apocalíptico, pero hay que tener muy en cuenta las condiciones adversas en esta zona e ir preparándose para el cambio.

P. ¿Qué se puede hacer?

R. Prepararse para unas condiciones de sequía mayores. Tal vez convendría una relocalización de los cultivos, porque a lo mejor no tiene sentido cultivar cereales en zonas de creciente sequía. Podemos utilizar el suelo de otra manera, más aún en Europa, donde la producción de alimentos no es problema porque la tecnología permite satisfacer las, necesidades. Hay políticas de no arrepentimiento, es decir, incentivar estrategias agrícolas útiles ahora y que permiten estar mejor preparados para el futuro.

P. ¿Como se puede sensibilizar a la gente acerca de los riesgos de algo que puede pasar dentro de 50 años?

R. Los efectos del cambio pueden ser evidentes antes, en 10 o 15 años, en la generación jóven de ahora mismo. Además, algunas medidas tardan 20 ó 30, o más años en, estar en marcha. Por ejemplo, hay árboles que tardan décadas en madurar y si se plantan ahora pasan 50 años hasta que el bosque sea explotado comercialmente. Lo mismo pasa con muchas obras de ingeniería, como presas, defensas costeras... que pueden tardar 30 años en construirse.

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