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El pop de los ochenta se esfuma

Duncan Dhu es la última disolución en la docena de grupos que sobrevive

De los cerca de 100 grupos que ocupaban la escena musical pop en los años ochenta, quedan poco más de una docena. El 80% restante ha dirigido su vida, y sobre todo su supervivencia, a otros menesteres. Aunque en su mayoría intentan relacionarse con actividades relacionadas con la música, los negocios de hostelería capitalizan la mayor parte del dinero ganado en sus cortas carreras profesionales. De los grupos más emblemáticos surgidos en la movida han desaparecido Radio Futura, Alaska y Dinarama (antes Pegamoides, después Fangoria), Nacha Pop, Glutamato Yeyé, La Mode, Golpes Bajos o los recientemente disueltos Duncan Dhu. Micrófonos, amplificadores y guitarras han sido sustituidos por revistas, empresas de relojería o máscaras brasileñas... Se trata de sobrevivir. Con la fama no se puede pagar ni la luz ni el teléfono.Los casos más admirables de resistencia se llaman Ñu, Rosendo y Burning, que empezaron en los setenta en lo que se denominó rock urbano. Con su actitud demuestran que se puede-trabajar en un campo en el que la industria prefiere a artistas menores de 20 años. Bien es verdad que se trata de la excepción que confirma la regla. Los tres han pasado por etapas en las que parecía que iban a tirar la toalla, pero está claro que han nacido para esto. Johnny y Pepe Risi, Burning, han superado incluso la pérdida del cantante, pero mantienen el tipo. El pasado año hicieron más de 40 galas, una media bastante digna para el panorama actual.

Para Germán Coppini, la situación es más oscura. Estos días pasea una maqueta cargada de ritmos tropicales por las oficinas de los AR (directivos musicales de las compañías discográficas). No soporta a los que se acercan, le dan una palmada en la espalda y le espetan: "Tú lo que tienes que hacer es volver a hacer cosas". Y cómo, se pregunta el que fuera líder de Golpes Bajos, si lleva diez años sin grabar. "En los países. anglosajones, los artistas siempre están reconocidos. Sin embargo, aquí se supone que tienes que vivir como un eterno quinceañero, sobreviviendo del, aire y saliendo todas las noches con los amigos". Los que llevan la peor parte cuando llega la crisis son los cantantes. "Sólo tienes un instrumento, que es tu voz; necesitas de mucha gente para subirte al escenario. En el esquema musical eres el último mono".

Para el cantante de Golpes Bajos, los tiempos no pueden ser peores para la lírica. "Sin disco en la calle no hay galas", dice Coppini. EI que fue primer cantante punk de Siniestro Total y compositor con Golpes Bajos de No mires a los ojos de la gente mantiene a su familia con lo poco que le dan los derechos de autor, de las esporádicas actuaciones que realiza con Los Cuatro Fantásticos (un grupo de versiones) y de trabaj9s eventuales como la banda sonora que ha realizado para un largometraje de dibujos animados. "No voy a cambiar mi trabajo de músico por el de dependiente de unos grandes almacenes. Mi mundo es la música y está en relación con mi manera de ser. No sé cómo me las ingeniaré, pero prefiero malvivir a doblegarme".Las chicas

Las musas de la movida Alaska, Rubi y Ana Curra se resisten a perder actualidad, aunque su relación con la música está en un segundo plano. Alaska compagina sus negocios, de relaciones públicas en locales de moda tanto en Madrid como en Buenos Aires con las fugaces actuaciones de Fangoria; Ana Curra, la otra Pegamoide, dedica sus mejores horas a dar clases de piano en un conservatorio de la provincia de Madrid, pero no abandona su relación con la música pop. Su última aventura discográfica la realizó el año pasado con El Ángel, otro superviviente del lado oscuro de las ciudades. También Rubi compagina el escenario con las relaciones públicas. Ahora que en Madrid surgen los pequeños locales y que las oportunidades de actuar se han multiplicado, esta argentina instalada en España suele ser habitual de este circuito.

No es el caso de Fernando Márquez, ex líder de La Mode y de Paraíso, que vive de los ahorros que consiguió con la música en los ochenta y de sus trabajos literarios. Al autor de la ya mítica Para ti le retiraron de la canción su salud y la censura. Llegó a realizar 60 galas en un año (la misma cantidad que hace Joaquín Sabina), pero una bronquitis mal curada y su aparición en un anuncio de Falange Española y de las JOINTS le arruinaron. "Me convertí en el primer perseguido del PSOE. Se me vetó sistemáticamente después de aquel anuncio, y es algo que no.entiendo. Mi militancia política era archiconocida". Pese a la caza de brujas a la que dice fue sometido, continuó haciendo canciones. Grabó con Proyecto Browign y pasó completamente, inadvertido. En esa situación decidió hacer canciones para otros. Kiki d'Akí, Paco Clavel o Micky han utilizado temas suyos.

Su desesperación llegó a tal extremo que el pasado año intentó resucitar La Mode sin éxito. Actualmente dirige la revista literaria El Corazón del Bosque. Nunca abandonó su interés por la literatura y cuenta con varios libros publicados, la mayoría por canales alternativos. "La cultura de Mario Conde y la idea de ganar rápido y sin esfuerzo se ha terminado. La naturaleza tiene sus propias leyes de compensación. Y lo mismo en, la música, por, eso resurgen las culturas musicales de los años setenta".

Iñaki Fernández, voz e imagen de Glutamato Yeyé, grupo puntero del movimiento hornadas irritantes, asegura que vivió muy bien de la música, "quizá no tan holgadamente como hubiera querido, pero no me puedo quejar. Cuando no he podido vivir de ella, me he buscado la vida por otro lado". Actualmente tiene un negocio de artesanía étnica. "He montado con un socio una tienda de arte africano, se llama TamTam y hacemos viajes a Brasil y diversos países africanos para surtirnos de artesanía y adornos". Dice no haber perdido el contacto con el mundo musical, aunque su relación no es en absoluto profesional. Después de su, experiencia con Glutamato inició varios proyectos que no fucionaron: Los Beatos, Los Pecadores o Buenas Vibraciones, Cada cierto tiempo, y sólo con la intención de pasar el rato, se ha subido al escenario resucitando a Glutamato Yeyé. "El año pasado, en uno de los viajes a Brasil grabé un disco con músicos brasileños y portugueses, pero ninguna discográfica se interesó por él", dice.

Nacha Pop, uno de los grupos madrileños más respetados, desapareció con los inicios, de esta década. Sus componentes desarrollaron carreras musicales por separado Antonio Vega inició su aventura bajo su propio nombre. Sacho García Vega y Carlos Brokín formaron Rico, una nueva banda que duró menos de cuatro años. Nacho García Vega ha en cauzado sus obsesiones musicales en solitaria, y Carlos Brokín se ha retirado completamente del mundo musical. "Puedo decir que he ganado bastante, y no sólo dinero. Es muy gratificante hacer real mente lo que te gusta y además que te paguen por ello. Seguro que mi vida profesional se ha terminado, pero mi relación con la música no podrá acabarse nunca. Sigo tocando en casa y con amigos. Me he retirado de toda la parte negativa que rodea este mundillo y me he quedado con lo bueno. No tengo mono de escenario; bueno, nada que no pueda controlar". Para sobrevivir, Brokín se ha con vertido en ejecutivo de una empresa familiar dedicada a la relojería. Ahora utiliza el traje y la corbata en lugar de la chupa de cuero, y su cometido gira alrededor de todo lo que tenga que ver con los relojes industriales.Música de películas.

Uno de los más importantes casos de reciclaje musical es el de Bernardo Bonezzi. Comenzó a los 13 años cantando Groenlandia con los Zombies y ha terminado, tras' muchos avatares, convertido en un disputado autor de bandas sonoras para cine y televisión. A mediados de los ochenta, una vez disueltos los Zombies, Paloma Chamorro, a través del programa televisivo más emblemático de la movida, intentó lanzar a Bonezzi en solitario. Fue un fracaso. Parecía que su vida musical estaba acabada, pero Pedro Almodóvar le dio una oportunidad encargándole la banda sonora de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? "Nunca me gustó excesivamente el escenario. Empecé cuando aún estudiaba en el Liceo Italiano y no tenía las ideas muy claras. Lo que más me gustaba era componer. Un grupo de rock te limita. Cualquier composición no dura más de tres minutos y medio con una estrofa y un estribillo. El cine me ofrecía fundir música e imágenes y descubrí que esto era en realidad lo que yo buscaba".

Aquello fue sólo el principio de una colaboración que continuó con Átaame y Mujeres al borde de un ataque de nervios. Pero no s lo Almodóvar ha utilizado su música. Todo por la pasta, de Enrique Urbizu; las series televisivas Farmacia de guardia o Canguros, y la última película de Pedro Olea, Morirás en Chafarinas, entre otras, contienen la banda sonora marca Bonezzi.

La "removida"

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