La Consejería de Salud cierra una de clínica de estética de la Gran Vía
"Dentro de ti también hay un cuerpo perfecto. Más tamaño... Gústate". Una clínica privada, ubicada en el número 60 de la Gran Vía, propiedad de la Sociedad Española de Nutrición y Estética, SA, se anunciaba ayer en la prensa con estas frases pese a haber sido clausurada el pasado miércoles por la Consejería de Salud de la Comunidad.La clínica, que trabaja con los métodos de belleza Medical Aesthetic, presentaba numerosas irregularidades, según explicó ayer el director de Salud, Ricardo García Herrera. A la falta de licencia para operar, la ausencia de cirujanos, médicos especialistas y anestesistas, se suman, según el informe de la Administración regional, unas instalaciones "inadecuadas" para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas.
La Consejería de momento no ha puesto ninguna sanción a los propietarios, pero ha abierto una investigación a raíz de diversas denuncias de particulares que se sometieron sin éxito a los tratamientos de la clínica. García Herrera no descartó ayer la posibilidad de abrir un proceso penal contra el centro.
"Todo esto son boberías", replicó ayer el gerente del centro clausurado, Isidoro Mantecón. "Bajo el punto de vista sanitario puro, la Consejería ha encontrado fallos intrascendentes", añadió. Según Mantecón, el personal de la clínica -"unas 27 pérsonas"-, se encuentra perfectamente cualificado: "Tengo especialistas, médicos generales, anestesistas, de todo, y muchos de ellos trabajan de modo, independiente", puntualizó.
A pesar del cierre del local en la Gran Vía, que contaba con cuatro quirófanos y `varias salas" y donde se llevaba a cabo cirugía menor, la actividad no ha cesado. Según reconoce el propio Mantecón, la clínica alquila con regularidad los quirófanos a sanatorios privados. Y el cierre decretado por la Consejería de Salud no impide este extremo.
300 personas al mes
Unas 300 personas han acudido cada mes desde marzo del año pasado a las instalaciones del centro ahora clausurado. De esta cantidad, 75 acabaron en el quirófano, bien para someterse a una liposucción, a una operación de alargamiento de pene o de estrechamiento de vagina. El resto de los pacientes, más de 200 al mes, era atendido en las consultas de estética, nutrición o belleza.
Ninguno de los responsables que se encontraba ayer en la clínica era capaz, de especificar el precio de cada intervención: "Depende del paciente, de la prótesis; la verdad es que no le sé decir", explicaba ayer el gerente. En principio, la prótesis de pene más barata cuesta 170.000 pesetas y la más cara 800.000.
La clínica llevaba abierta "más o menos un año", según Mantecón. El permiso para abrir como consultorio fue solicitado el pasado junio. Pero éste fue modificado "para ampliar los servicios". Así, hasta tres veces, según la Consejería de Salud.
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