El Partido Popular pide a Sánchez-Albornoz que deje el Instituto Cervantes

Javier Rupérez, portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, pidió ayer al director del Instituto Cervantes, Nicolás Sánchez-Albornoz, que presente la dimisión. Frente al tono más o menos crispado que es habitual entre dirigentes y parlamentarios del PP, Rupérez se dirigió a Sánchez-Albornoz en un tono de extremada cortesía parlamentaria.Rupérez razonó que el Instituto Cervantes debe emprender una nueva etapa para darle "un impulso definitivo", y dirigiéndose a Sánchez-Albornoz, le dijo: "No es usted la persona adecuada para ese nuevo impulso" y "su dimisión sería altamente positiva para el Instituto Cervantes".

El director de la institución, que tiene encomendada la difusión por el mundo del idioma español y de la cultura de nuestro país, también reaccionó con sosiego ante esta indicación y se limitó a responder que respetaba las opiniones de la oposición.

Rupérez había argumentado que el Instituto Cervantes tiene problemas de definición jurídica y de gestión interna. Aseguró que han existido amiguismos, despilfarros y oscurantismo en la gestión, y que se han dado incluso supuestos de irregularidades fiscales y laborales. Para Rupérez, el Cervantes debe ser algo más que "una distinguidaacademia de idiomas" que actúe en zonas como Europa del Este, Estados Unidos y Brasil.

Sánchez-Albornoz refutó las acusaciones de Rupérez explicando que la institución que dirige sólo lleva tres años de funcionamiento real, aunque se creara hace cuatro años, y se mostró abiertamente satisfecho con la obra globalmente realizada en ese tiempo. En su opinión, la "situación crítica" que señalan los medios es un término "efectista".

Marcha de directivos

El director del instituto admitió que la ley fundacional del centro señala el doble objetivo de la difusión de la lengua y de la cultura, pero destacó que, en su opinión, la dedicación a la extensión del idioma debe ser prioritaria para el Instituto Cervantes. Respecto de la marcha de directivos (como los responsables de París y Roma) y personal del Instituto Cervantes, Sánchez-Albornoz las justificó porque algunas personas han recibido ofertas económicas del sector privado con las que la Administración no puede competir y otras se han reincorporado a tareas académicas o docentes que desempeñaban con anterioridad.

Sánchez-Albornoz destacó que el número de alumnos matnculados en los centros del Instituto Cervantes se ha incrementado notablemente y que se ha iniciado incluso la enseñanza de. otras lenguas oficiales del Estado distintas del español, como el catalán, que ya se imparte en Múnich y Bucarest. Admitió que es necesaria una mayor atención a las actividades en el seno de la Unión Europea, ya que, si bien la lengua española ocupa el segundo lugar en el mundo, eso no ocurre en el ámbito europeo.