Almodóvar rueda la negra vida de una autora de novela rosa

Pedro Almodóvar y un equipo de 50 personas han rodado durante tres días en la redacción central de EL PAÍS escenas de la película ¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro? Uno de los personajes, interpretado por Juan Echanove, es responsable del suplemento literario. La protagonista, Leo (Marisa Paredes), es una escritora de novelas rosa "a la que en vez de rosa le sale todo negro", dice el director y guionista.

Sin interrumpir el trabajo de los periodistas, aunque las pantallas reflectoras idealizaron por unas horas la rutina informativa, Marisa Paredes y Juan Echanove dijeron sus frases por Redacción, despachos y pasillos. El último día bajaron a la sala de empaquetado, embuchado y cierre. Allí, sujeta a una grúa Cóndor, la cámara grabó una toma panorámica de la espectacular cinta que transporta los ejemplares hasta detenerse en el primer encuentro de los protagonistas.El subtítulo de la película, La flor de mi secreto, supone un alivio frente al interminable título provisional. Con un presupuesto de 563 millones de pesetas, el equipo se encuentra en la mitad de las 10 semanas de rodaje. El estreno está previsto para septiembre.

Almodóvar cuenta que no se basó en ningún periodista concreto para el personaje de Echanove. "Es el tipo de intelectual fascinado por la cultura basura. Él adora el género de la novela rosa, de la que ella trata de huir". Almodóvar ha creado, por primera vez, un personaje que es "el amigo de la chica". Leo, que firma con seudónimo sus novelas rosa y está casada con un estratega (Imanol Arias) desplazado a Bosnia, logra una cita con ese periodista. Quiere escribir sobre las autoras que verdaderamente le interesan, literatura dura de mujeres solitarias o dementes como Djuna Barnes, Dorothy Parker, Jean Rhys, Jane Bowles, lsaak Dinesen o Janet Frame.

Donación de órganos

"Es un drama", dice el director, "con un personaje, el de Marisa Paredes, de una sola dirección y sobre el que todos los demás convergen. En este sentido, la película es opuesta a Kika". Uno de los personajes secundarios (Carmen Elías), sirve de metáfora para lo que ocurre en la película. "Es una psicóloga que imparte seminarios a los médicos qué dan la noticia de las muertes a los familiares para conseguir la donación de órganos", cuenta Almodóvar. "No pueden pedirlos hasta que el familiar entiende que se ha producido la muerte cerebral. Y ante un cadáver todavía caliente el familiar se resiste, como Leo, que se resiste a admitir que el amor de su marido por ella ha muerto. Además, nadie sabe decírselo adecuadamente, porque es de una gran fragilidad y temen que se desmorone".

Sobre este fondo dramático, Almodóvar introduce el humor cotidiano de personajes como los de su madre, que vuelve a interpretar un pequeño papel, o Chus Lampreave. El bailarín Joaquín Cortés, hijo en la ficción de Manuela Vargas, "es el chico guapo que sale bastante", según Almodóvar. "Y está el marido de Leo, Imanol Arias, que para mucha gente es un galán".

Juan Echanove, que trabaja con Almodóvar por primera vez, destaca sobre todo la meticulosidad del director. Y Marisa Paredes espera poder estar a la altura de un personaje "que da para un verdadero recital", dice. "Una mujer que sube a la tierra después de bajar a los infiernos".

Entre los técnicos, figuran el director de fotografía brasileño Affonso Beato y el operador de cámara Michael Levine, que hizo este trabajo en Pulp fiction.