Cinco reservas marinas, primeros pilares para proteger el Mediterráneo de la pesca comercial
Cinco reservas marinas, todas en el Mediterráneo, han puesto los primeros pilares de la futura red de espacios protegidos del litoral español. Son las aguas o fondos que rodean la islas Medas y Cap Negre (Gerona), islas Columbretes (Castellón) e isla Tabarca y cabo de San Antonio (Alicante). Han sido creadas por las comunidades autónomas de Cataluña y Valencia y por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación entre 1986 y 1993, a partir de un plan para llegar a los 15 espacios de este tipo, cuyo principal objetivo es librarlos de la pesca comercial.
A pesar de ese plan, Eladio Santaella, subdirector general de Planificación de la Acuicultura y Recursos Litorales, reconoce que los trámites son lentos y cada caso es un mundo. De hecho, el ministerio sólo participa en dos de estos espacios, los de Columbretes y Tabarca (los más grandes, por otra par te, con 4.000 y 1.000 hectáreras, respectivamente) y no ha dado esta protección a ningún espacio marino nuevo desde el año 1990. Las comunidades autónomas tienen responsabilidades diversas en dichas reservas, porque incluyen aguas que son de su jurisdicción (aquellas que quedandentro de las líneas rectas imaginarias entre los cabos, trazadas para simplificar los perfiles costeros y convertirlos en polígonos).Graciosa y Palos
Santaella avanza que los pro yectos ahora más avanzados son los del entorno marino de la isla de la Graciosa (Canarias) y el Cabo de Palos (Murcia); ambos serán fruto de las negociacionús entre la Secreta ría General de Pesca Marítima y los respectivos Gobiernos autónomos. En el Cantábrico también está previsto declarar alguna de estas reservas, aun que por razones biológicas es una zona menos adecuada para implantar este sistema de con servación.
Santaella explica que la creación de estas reservas marinas, muy en auge en países como Estados Unidos, sirve como complemento a las regulaciones de la actividad pesquera; protegen áreas de especial, interés para la reproducción y alevinaje de especies que son objeto de capturas comerciales y por el excepcional valor de sus fondos. "Nuestro litoral está aprovechado por la pesca prácticamente metro a metro. Se trata de acotar algunas zonas de relevancia especial", concluye.Destaca que la futura Ley de Pesca -"que es un compromiso adquirido por el Gobierno para esta legislatura"- permitirá definir mejor la creación de estos espacios.
Estas zonas tienen limitaciones mucho más estrictas en cuanto a la extracción de cualquier especímen vivo e incluyen áreas de conservación integral en las que está totalmente prohibida la pesca. Incluso las actividades de buceo deben ser expresamente autorizadas por la Administración.
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