La Abadía de Gómez se encomienda a Valle-lñclán

Será el día de los enamorados el que marcará el comienzo de La Abadía, un deseado y ambicioso proyecto del actor y director José Luis Gómez, que nace con vocación de futuro y con, la intención de convertirse en modelo a imitar. Situada en el madrileño barrio de Chamberí, La Abadía cuenta con dos salas, en las que se harán espectáculos de teatro, música, danza e incluso óperas de pequeño formato y una escuela de formación y búsqueda teatrales. El nuevo espacio cultural abrirá sus puertas con uno de los textos más atractivos y desconocidos de Vallé-Inclán, Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, dirigido por el propio Gómez.

Si bien el gran padrino de este nuevo espacio cultural es Valle-Inclán, autor por el que Gómez siente especial devoción a pesar de no haberle dirigido nunca, la presentación en sociedad de La Abadía contó con otros padrinos, necesarios para poner en marcha este proyecto. Para arropar a Gómez estuvieron Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad; Juan Francisco Marco, director del INAEM, y Jaime Lissavetzky, consejero de Educación y Cultura de la Comunidad, organismo que acogió en 1991 este proyecto como propio y le ha dado el apoyo económico necesario -"insuficiente", según Gómez-, al que se ha sumado el Ministerio de Cultura. Ambas administraciones forman parte de la fundación, sin ánimo de lucro, que articula este proyecto.La Abadía no es sólo un centro con dos salas, a las que se ha bautizado con los nombres de San Juan de la Cruz (que se inaugura el próximo martes con el texto valleinclanesco), y del director de es cena José Luis Alonso. Sus metas son muchas otras y a largo plazo, como incorporar producciones ajenas o darle vida a la escuela de formación teatral. Para Gómez, su proyecto es una nueva manera de concebir el teatro, arte al que define como "un archivo de los conflictos morales que el hombre ha tenido a lo largo de su historia, que contribuye a que vivamos en ciudades más cultas y sociedades más dignas: ése es el objetivo de La Abadia"; y añade: "Si el teatro ha sobrevivido hasta hoy se debe a que nace, y nunca ha dejado de serlo, como institución moral".

Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, es un texto compuesto de cinco piezas: Ligazón, La cabeza del Bautista, La rosa de papel, Sacrilegio y Embrujado, de, las que sólo cuatro se representarán en La Abadía. Las tres primeras ya fueron montadas en España hace años y las dos últimas nunca han sido representadas. Gómez estrena Sacrilegio, un auto para siluetas, pero no así Embrujado, ya que considera que esta pieza es muy similar a Las comedias bárbaras, del mismo autor, y las otras cuatro "describen muy hermosamente el mundo del autor Gallego".Riesgo

A la hora de elegir estos textos, el director de La Abadía temió que fuera algo demasiado ambicioso para las posibilidades de este centro teatral: "Se tomó la decisión, aunque nos partiéramos la nariz... Lo curioso es que a pesar del riesgo se ha producido el milagro, gracias a que los 14 actores, que interpretan 28 papeles diferentes, han conseguido con su trabajo desdoblarse en múltiples personajes", afirma Gómez, quien este año dirige los dos primeros espectáculos, pero que en temporadas posteriores retomará su trabajo como actor, con el que ha cosechado importantes éxitos dentro y fuera de nuestras fronteras. En Retablo, intervienen también el pintor José Hernández como responsable del espacio escénico, vestuario y máscaras y Curt Allen Wilmer como escenógrafó.

Tanto este montaje, como Castillos en el aire de Fermín Cabal, que será estrenado en los próximos meses, serán dirigidos por Gómez e interpretados por la primera promoción de la escuela. A partir dé septiembre, La Abadía, que ocupa el espacio que tuvo la Iglesia de la Sagrada Familia y el. salón de actos anexo, empezará a programar recitales, conciertos, teatro infantil, sesiones de jazz, lecturas dramatizadas y otras actividades.