Expertos en el ocio juvenil urbano se apuntan al programa ministerial del voluntariado escolar

La llamada del Ministerio de Educación y Ciencia a las asociaciones culturales y deportivas para ayudarle a llevar a cabo su programa de apertura de los centros escolares durante las tardes no ha caído en saco roto. Aunque no se ha hecho aún balance del desarrollo de este programa, iniciado en el presente año académico en casi un millar de colegios, son muchas las personas que están respondiendo a la iniciativa de crear un voluntariado específico para hacerse cargo del desarrollo de las actividades extraescolares en los centros.Y los primeros en acudir a la llamada, al menos en Madrid, han sido los colectivos y asociaciones de expertos en la atención al grave problema que representa la ocupación del tiempo de ocio de los jóvenes en los barrios peor dotados. La iniciativa ha servido para trasladar las actividades que desarrollaban en locales precarios a las más adecuadas instalaciones escolares.

El voluntarismo de estas personas es acotado por un programa específico que tiene como primer requisito la pertenencia a una asociación cuyas actividades deberán ser, principalmente, de carácter deportivo, artístico, musical y de bibliotecas.

A cambio, estos voluntarios reciben un carné que les permite entrar gratis en los museos, no pagar tasas de matrícula en las Escuelas Oficiales de Idiomas ni en los Conservatorios y reducciones en Iberia y RENFE.

En el colegio público Pío XII de Madrid, un grupo de 36 voluntarios se han sumado al programa. Todos pertenecen al colectivo Tetúan Ventilla para seguimiento de menores y jóvenes. Leticia Madrazo, de 26 años y licenciada en psicología clínica, es la coordinadora del proyecto y responsable tanto de la gestión del millón de pesetas concedido por el ministerio para su desarrollo como de los setenta alumnos que han acudido al reclamo de su propuesta: la aventura de leer; estudio dirigido; bibliotecas; deportes; talleres de sombras y luces, contrachapado, escayola; salidas a museos....

"Nuestro proyecto es una prolongación, con matices, de lo que llevamos años haciendo en el barrio. En realidad no hay tanta diferencia entre trabajar con los chicos en la calle y dentro de la escuela, salvo una muy importante, que aquí trabajamos en conjunto con los docentes", asegura Leticia al tiempo que advierte sobre la escasa proporción de psicólogos clínicos dedicados a la prevención de marginación en niños y adolescentes. "Es muy importante trabajar a esas edades previniendo conductas marginales para que mañana tengamos menos adultos con problernas".

Prevenir las drogodependencias y estimular estilos de vida sanos y creativos resultan ser las piedras angulares que guían los pasos de éste grupo de jóvenes voluntarios. "No pertenecemos a ningún credo religioso, ni político, ni moral", se adelanta Luis Delgado, 22 años y responsable del área deportiva. "Para nosotros lo importante es educar en valores corno la autoestima, la cooperación y la creatividad".

Lucía García Páramo, jefe de estudios en el Pío XII, entiende que la inclusión de este programa supone que los centros dejen de estar infrautilizados; pero, sobre todo, "que los alumnos no estén descontrolados en la calle y que la sociedad se integre de una vez por todas en la escuela". Opinión compartida por el director, Tomás Gómez, para, quien las actividades extraescolar tienen un atractivo diferente al del currículo oficial: "Se imparten de un modo menos riguroso en sentido académico, y mucho más conectadas con las expectativas y necesidades de los escolares". Ambos insisten en el valor educativo de este programa, y, justamente por ello, en que la labor de estos voluntarios debería verse recompensada con muchas más ventajas de las previstas.

"Bueno, no creo que deba pagarse este tratajo, pero quizá sí deberíamos tener transporte gratis, porque muchos tenemos que realizar largos desplamientos", señala Leticia Madrazo. Otra de las voluntarias del programa, Isabel Puerta (bióloga, 27 años), apostilla: "Un voluntario es una persona libre de las ataduras del dinero, que no es poco, y alguien que tiene tiempo disponible y opta por dedicarlo a trabajar, convencido de que es posible mejorar ciertas cosas".