Encontronazo entre Francia y la Comisión Europea por las cuotas audiovisuales
Marcelino Oreja trata de enfriar el debate sobre la directiva 'Televisión sin fronteras'
El nuevo presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, y la presidencia en ejercicio -francesa- de la Unión Europea (UE) han chocado frontalmente en la polémica sobre el nivel de proteccionismo a la industria audiovisual. Santer se manifestó crítico contra las cuotas de programación de productos audiovisuales europeos, lo cual ha levantado las iras de París. El comisario responsable, Marcelino Oreja, trató de apaciguar el debate.
"No se ayuda a las empresas con una política de protección", manifestó Santer al International Herald Tribune el viernes, refiriéndose a la política de protección a la industria europea del cine y de programas de televisión. "Una cuota es siempre algo artificial", criticó, para añadir a continuación: "Sólo puede mantenerse por un cierto período de tiempo".El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Lamassoure, replicó ayer duramente: "Estos comentarios son tanto más sorprendentes cuanto que el presidente Mitterrand y el Gobierno francés establecieron, que la independencia cultural europea sería una prioridad de la presidencia, francesa". Lamassoure hizo votos, para que el encuentro entre Comisión y presidencia del día 3 "aclare este punto sin ambigüedades".
El debate viene a cuento de la revisión de la vigente directiva de Televisión sin fronteras que impone a todas las cadenas programar una mayoría de productos europeos. La Comisión propondrá un nuevo texto formal al Consejo de ministros el 3 de abril, tras un debate interno "de orientación" el 8 de febrero y un intercambio con los ministros el 13 de este mes.
Francia no quiere oír hablar de replantear la obligación de cumplir las cuotas de programación por parte de las cadenas generalistas, sean públicas o privadas, aunque admite que, para las cadenas temáticas o especializadas, el proteccionismo adopte la fórmula de obligación de realizar inversiones en la producción.
El comisario de Relaciones Institucionales, Cultura y Audiovisuales, Marcelino Oreja, trató ayer de enfriar la polémica, en una comparecencia ante el Parlamento Europeo. Aseguró que "todavía" no tiene una "posición definitiva" sobre las cuotas y recondujo el debate a las cuestiones de principio. Así, defendió la necesidad de compatibilizar la libre circulación en un gran mercado único, indisociable de la libertad de información y comunicación" y el "fómento de la producción y de la difusión de obras".
La doble mención de Oreja a la producción y a la difusión (equivalente, en la práctica, de programación) abre camino seguramente a un mantenimiento de la política de cuotas, aunque flexibilizada en su cuantía, en su duración y en su aplicación.
En una línea de proteccionismo suave, el presidente de la Comisión de Medios de Comunicación del Partido Popular, Javier Arenas, manifestó ayer en Bruselas su preferencia por imponer a las cadenas la obligación de invertir en productos audiovisuales europeos, más que por un sistema de cuotas, que "no deberían ser eternas".
Sobre la directiva de concentración y pluralismo en los medios de comunicación, el dirigente popular defendió que "más bien debe ser para defender el pluralismo que para atacar la concentración".
"Debemos aceptar a los grupos multimedia", afiadió, "porque si no, no serían competitivos, aunque no somos partidarios de que sean prepotentes". A pregunta de El Mundo Arenas señaló al grupo vasco El Correo -en prensa- y al grupo PRISA -en radio- como eventuales afectados por una futura normativa, "pero nos preocupa mucho más", dijo, "la concentración de medios públicos".
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