EE UU y Vietnam dan el primer paso para establecer relaciones diplomáticas
Veinte años después del final de una guerra que marcó a una generación entera de norteamericanos y afectó para siempre a la política de Washington, Estados Unidos y Vietnam firmaron ayer un acuerdo para el establecimiento de lazos diplomáticos en una rutinaria y sencilla ceremonia celebrada en Hanoi, la capital del Vietnam comunista y unificado. La iniciativa, promovida por el presidente Bill Clinton desde su Regada al poder, trata de anticiparse a la acción de republicanos y veteranos de guerra, que se oponen a avanzar en las relaciones con Vietnam hasta que sea definitivamente aclarada la suerte de los prisioneros de Estados Unidos desaparecidos en aquel conflicto.
Desde la semana próxima, la bandera de las barras y las estrellas ondeará en lo alto de un edificio de ocho pisos en Hanoi. A su frente actuará un funcionario del Departamento de Estado que en su juventud conoció aquellas tierras como capitán del Ejército de su país. Bajo su mando estarán esta vez seis diplomáticos -la cifra será aumentada pronto- dedicados fundamentalmente a promover las expansión del comercio norteamericano -vietnamita y a facilitar el trabajo de la comisión de expertos del Pentágono que cada seis semanas llega para su completar su investigación sobre los prisioneros de guerra desaparecidos.En el centro de Washington, precisamente en el edificio que hasta hace 20 años fue de la Embajada de Vietnam del Sur, se establecerá la oficina de intereses del Gobierno comunista, que unificó su país bajo la tutela de Hanoi tras el final de la guerra. Como jefe de esa oficina actuará un miembro del equipo de diplomáticos vietnamitas actualmente acreditado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
No se trata de embajadas ni de relaciones diplomáticas plenas. Eso puede tardar todavía meses, incluso años. Todo depende, según informó el Departamento de Estado norteamericano, de la rapidez con que se despejen las dudas sobre los 2.211 prisioneros desaparecidos. "Esa seguirá siendo nuestra máxima prioridad en las relaciones con Vietnam", afirma una nota de ese ministerio.
Colaborar con Washington
De parte vietnamita, un portavoz oficial aseguró que su país está dispuesto a colaborar con las autoridades de Estados Unidos y a abrir relaciones diplomáticas-normales "ahora mismo, mañana o el año que viene". "Eso es algo que depende de Washington", dijo esa misma fuente. Desde que el presidente Clinton anunció, en febrero del año pasado, el levantamiento de las sanciones comerciales contra Vietnam, ese país ha ofrecido facilidades para investigar qué pasó con los prisioneros, pero el Gobierno norteamericano considera que Hanoi tiene todavía que hacer más.
El acuerdo firmado ayer, que incluye la compensación vietnamita por las propiedades norteamericanas expropiadas y la liberación de fondos del país asiático en Estados Unidos, supone, en sí mismo, un paso histórico que despierta todavía algunas inquietudes en este país.
El hecho se produce -quizás no casualmente- unas semanas antes de que el Congreso, controlado por los republicanos, aborde el asunto de Vietnam, probablemente para frenar la acción de Clinton. "Creo que al avanzar hacia la normalización de una manera tan precipitada, el presidente ha violado la confianza del pueblo norteamericano", declaró el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de 'Representantes, Benjamín Gilman.
John Sommer, dirigente de la Legión Americana, una influyente organización de ex combatientes, dijo que se opone "a todo avance en las relaciones con Vietnam hasta el completo esclarecimiento de la suerte de los desaparecidos, en lo que hasta ahora se ha hecho muy poco".
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