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La UE prevé que la deuda pública llegue al 76% del PIB en 1996

El presidente del Comite Monetario, Nigel Wicks, anunció ayer un incremento de la deuda media de los países de la Unión Europea hasta el 73% del PIB en 1996, frente al 57% actual. Este responsable comunitario, que no precisó las previsiones de deuda por Estado miembro, considera que se deben llevar a cabo programas más ambiciosos de reducción del déficit estructural. El Tratado de Maastricht establece un porcentaje límite del 60% de deuda pública para pasar a la fase final de la Unión Económica y Monetaria.Nigel Wicks, que intervino en la subcomisión de Política Monetaria del Parlamento Europeo a la que no asistió ningún eurodiputado español, se mostró contrario -"no lo creo oportuno"- a incluir la tasa de paro como criterio de convergencia para el paso a la tercera fase. El paro constituye sin embargo un tema que hay que tratar afirmó, "ya que la Unión Europea no podrá prosperar con niveles tan altos de desempleo que en algunos países son inaceptables". Nigel Wicks considera que la política monetaria, cuyo objetivo es mantener una inflación baja, no puede a medio plazo reducir la tasa de paro. Esta política "solo puede crear un entorno estable, sentando las bases para crear indirectamente empleo".

Los criterios nominales son los correctos, subrayó. La reducción del déficit público es la única manera de recortar la deuda en proporción al PIB. La mayoría de los estados miembros dedican una parte del presupuesto a pagar los intereses de la deuda, "lo que a nivel social no es bueno y es por lo tanto una buena razón para reducirlo".

En el terreno de la inflación, ocho estados miembros (todos salvo España, Grecia, Italia y Portugal) han conseguido en 1994 situar el crecimiento del IPC por debajo del 3%, "una excelente noticia". Los países con una tasa por encima del 3% necesitan una clara determinación de que en 1996 no superarán este techo. El Comité Monetario -mostrándose incluso más Euro que el Tratado de Maastricht al respecto- no considera una inflación del 3% como una situación de estabilidad de precios. El objetivo debe situarse en un crecimiento comprendido entre el 1% y el 2%. Los precios, según el Tratado, no pueden superar más de 1,5 puntos la media de los tres mejores países.

Para Wicks el margen del 15% de fluctuación en el Sistema Monetario Europeo está funcionando muy bien al cumplir su objetivo: "duplicar e incrementar el riesgo que tienen los especuladores" cuando atacan una divisa del sistema.

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