PP e IU critican el reajuste de 550.000 millones en el gasto público

El presidente nacional del Partido Popular (PP), José María Aznar, criticó ayer el reajuste del gasto público en 550.000 millones de pesetas aprobado el viernes por el Consejo de Ministros. Aseguró que con ello el país "perderá credibilidad ante los inversores". "¿Cómo es posible que 28 días después de entrar en vigor haya que empezar a reformar unos presupuestos?", se preguntó Aznar, y añadió una cuestión más: "¿Para que sirven entonces unos presupuestos generales del Estado?". Aznar tachó de "desaforado" el gasto público y lamentó que el Gobierno "que vaya a hacer el presupuesto de 1996 tiene que saber que un 20% tiene que estar solamente dedicado al pago de la deuda", informa Diego Narváez.También arremetió Aznar contra las 4.48 medidas contra el fraude fiscal aprobadas recientemente por el Gobierno, lo que dijo constituye una muestra de que en los 12 años de mandato socialista "no se ha hecho nada para combatir el fraude". El dirigente popular situó la clave en la poca funcionalidad del actual sistema fiscal, "diseñado para unos momentos económicos muy distintos" y abogó por la conveniencia de acometer una reforma fiscal "importante y profunda" para establecer un sistema que incentive el ahorro.

Pedro Antonio Ríos, portavoz de Izquierda Unida en la Comisión de Presupuestos del Congreso, calificó de "burla al Parlamento" la decisión anunciada por el Consejo de Ministros de ajustar el gasto público en 550.000 millones de pesetas. El diputado señaló que el Parlamento "se ha pasado dos meses discutiendo las cuentas públicas de este año" y que ahora se modifican de forma tan importante. Ríos anunció que su grupo ha pedido que comparezca el ministro de Economía, Pedro Solbes, para que explique el recorte presupuestario y cómo se va a . repartir entre los distintos ministerios.

Fracaso de elaboración

Para IU una modificación tan notable de los presupuestos, cuando todavía no ha transcurrido un mes desde su aprobación, revela "el fracaso de la política presupuestaria del Gobierno, que se ha ido al traste". Ríos criticó también el plan de medidas contra al fraude por considerar que el Gobierno se ha limitado a reunir todas las medidas que ya estaban en marcha y ponerles un nombre llamativo.

Por su parte, la Confederación Nacional de la Construcción mostró ayer su preocupación por la posibilidad de que el recorte presupuestario aprobado afecte, directa o indirectamente, a las inversiones públicas. La patronal se muestra de acuerdo en la reducción del déficit público, por entender que es la mejor manera de asegurar un crecimiento económico estable, pero mediante la contención de los gastos corrientes, no de las inversiones.