Arafat afirma que las bombas quieren destruir el "sueño de crear un Estado palestino"

AvivIsrael ha recibido con satisfación la respuesta del presidente de la Autoridad Nacional Palesina (ANP), Yasir Arafat, ante la matanza del cruce de caminos de Beth Lith, donde el pasado domingo murieron 19 personas al estallar dos bombas. Aunque el líder palestino no ha condenado explícitamente la matanza, ha admitido que el atentado también iba dirigido contra la ANP. "No permitiremos que nadie destruya nuestro sueño de crear un Estado palestino. ¿Por qué la Yihad Islámica no organiza los atentados desde Siria?", advirtió Arafat, quien denunció el martes la precaria situación de los 50.000 trabajadores de Gaza y Cisjordania en Israel "por culpa de un acto irresponsable".

La policía palestina detuvo ayer al líder espiritual de la Yihad Islámica, el jeque Abadalah Asahami, que aprobó el atentado suicida del domingo y afirmó que "numerosos kamikazes palestinos esperan que llegue su hora para sacrificarse". El Shin Beth, el servicio secreto militar israelí, ha detenido por su parte a más de un centenar de palestinos tras el atentado del Beth Lith.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Simon Peres, apoyo ayer la decisión del presidente norteamericano, Bill Clinton, de congelar los bienes de las organizaciones extremistas que operan en Estados Unidos. "Es un paso en la buena dirección", afirmó Peres, quien destacó que "las organizaciones extremistas deben saber que están aisladas y tienen que sentirse inseguras en el conjunto del mundo civilizado".

Entre los 12 grupos afectados por el decreto del presidente estadounidense figura el movimiento de resistencia islámica Hamás y la Yihad Islámica,aunque también afecta a las organizaciones judías ultraderechistas Kakh y Kahane Hay, que las autoridades israelíes ya habían declarado fuera de la ley. Sin embargo, dirigentes integristas libaneses y palestinos amenazaron ayer en Beirut con continuar los atentados contra Israel.

Debilidad de Rabin

Mientras tanto, el Gobierno israelí ha desoído los consejos del presidente de Israel, Ezel Weizman, y las exigencias de la oposición y se ha negado a interrumpir las conversaciones de paz con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Pero, en la práctica, el proceso de paz sigue congelado.

Además, el primer ministro Isaac Rabin se encuentra en una débil posición en la Kneset (Parlamento). Una proposición de los partidos de la oposición para incluir a algunas localidades palestinas dentro del municipio de Jerusalén fue rechazada a duras penas -por 52 votos a 51- por la coalición gubernamental. Sin embargo, el Gabinete de Rabin, en lugar de paralizar la construcción de nuevos asentamientos de colonos judíos como reclamaban los dirigentes palestinos, autorizó ayer la edificación de 1.500 viviendas en torno a Jerusalén.

[La violencia se cobró aye runa nueva víctima en Nablús, en la Cisjordania ocupada. Un soldado israelí mató a disparos a un joven de 15 años cuando participaba con otros estudiantes en una protesta callejera, informa France Presse. En el sur de Líbano, mientras tanto, tres guerrilleros palestinos fueron abatidos por una patrulla israelí, uno de cuyos soldados murió y otros dos resultaron heridos, informa Reuter.]