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Cientos de montañeros toman el Mulhacén en protesta por la instalación de un radar

Los manifestantes quieren reclamar la atención de Defensa para que anule el proyecto

El Mulhacén, el pico más alto de la Península, se convirtió ayer en una de las cumbres también más concurridas del país. Varios centenares de montañeros (entre 300 y 500) alcanzaron el mojón que marca los 3.482 metros de altura sobre el nivel del mar para expresar su repulsa por la intención del Ministerio de Defensa de instalar un radar militar de control aéreo. Unos kilómetros más abajo, en la localidad granadina de Capileira, otro medio millar de personas se congregaba para apoyar la protesta. Muchos de los asistentes eran familias enteras con sus hiios.

La Primera Marcha al Mulhacén consiguió cubrir las expectativas de la Federación Andaluza de Montaflismo (FAM), organizadora de la expedición: más de un millar de personas, entre alpinistas, aficionados y ciudadanos, se desplazaron hasta las proximidades de la cumbre para celebrar una jornada de excursiones y reivindicar que el pico más alto del parque natural de Sierra Nevada permanezca intacto.La marcha, denominada Salvar al Mulhacén, tuvo como único objetivo atraer la atención pública sobre el plan del Ministerio de Defensa de instalar un radar en plena cumbre ante el temor a una agresión militar por parte de algún país árabe del flanco sur del Mediterráneo. Según admitió el titular de Defensa el pasado noviembre, el proyecto, junto al de otro radar en la Sierra de los Alcornocales (Cádiz), responde a un compromiso español con la seguridad de la OTAN.

Uno de los promotores de la marcha, el montañero Lorenzo Arribas, manifestó la disposición de la FAM a "resistir hasta donde haga falta, de forma pacífica, pero resistir hasta el final", por lo que ésta no será la única actuación de defensa de la cumbre, que ha despertado ya la solidaridad en toda Granada con la recogida de más de 25.000 firmas.

La ubicación definitiva del radar está pendiente de un estudio técnico encargado por Defensa después de que se descubriera que existe un convenio de 1980 que impide cualquier tipo de instalación en las, cumbres de Sierra Nevada por el peligro de interferencias que éstas pueden producir en el radiotelescopio científico ubicado en la Loma del río Dílar, cerca de la estación invernal de esquí.

A este respecto, el senador de Izquierda Unida-Los Verdes Álvaro Martínez, que se unió ayer a la marcha de los montañeros, explicó que, inicialmente, la intención de Defensa es dejar el radar en algún pico de Sierra Nevada, aunque finalmente no sea el propio Mulhacén. "En cualquier caso", dijo, "hay que sacar el radar del parque natural de Sierra Nevada, y cuando Andalucía declara una zona como parque natural, eso hay que respetarlo a toda costa"

Protegido por ley

"A mí me hace tanto daño que el radar esté en la cumbre", señaló por su parte Lorenzo Arribas, quien descubrió el verano pasado las obras que se estaban realizando, "como que esté a 30 metros o a 300 metros. Simplemente, tiene que estar fuera, no en una cumbre de al lado, cuando todo esto es por completo un parque natural protegido por la ley".

Los asistentes de la marcha desplegaron diferentes pancartas con las inscripciones "Radar no" y "Salvemos el Mulhacén" mientras iban descubriendo en la cumbre los restos de las catas geológicas realizadas por Defensa para conocer el subsuelo y sus posibilidades de que se instale en él un radar retráctil que estará oculto bajo tierra cuando no esté en servicio.

"Esa idea del radar oculto es totalmente absurda", explicó a este diario Lorenzo Arribas. "Si es un radar militar, ¿qué van a hacer llamar al supuesto ejército enemigo y decirle: 'Avisadnos cuando enviéis los aviones para que saquemos el radar'. Además, se necesita un bunker para protegerlo, cableado de alta tensión, una zona de defensa. Toda la cumbre será acotada y el paso estará prohibido. Será zona militar".

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