Articulos, que dejaron huella
En la historia del periodismo contemporáneo existen muchas piezas que se han constituido en mitos de la opinión pública. Son aquellos artículos que influyeron en la marcha de su tiempo y forman parte de la memoria histórica. Una colección de los mismos acaba de aparecer con sus textos íntegros, seleccionados y editados por el catedrático Josep Maria Casasús (Artículos que dejaron huella. Editorial Ariel. Barcelona, 1994).Se trata de un libro de gran oportunidad y utilidad, que se convierte en imprescindible no sólo para los estudiantes de periodismo, sino para todos los profesionales e historiadores que aluden a estos textos de modo frecuente sin que tengan a mano su versión completa y con textualizada.
Son 18 artículos (en el sentido amplio, pues en este concepto se incluyen también algún reportaje y una entrevista) pertenecientes no sólo a nuestra área cultural, sino también a otras próximas, todos los cuales causaron un gran impacto en el momento de su publicación.
De entre los 18, hay cuatro irreemplazables que voy a citar: Vuelva usted mañana, de Larra; J'acuse ... !, de Zola; El error Berenguer, de Ortega, y uno de los más contemporáneos, Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle, de Calvo Serer.
Crítica social
En Vuelva usted mañana (año 1833, publicado en El pobrecito hablador), Larra ejerce la crítica social fustigando el pecado capital de la pereza, como propio de los españoles, y la constante resignación de los ciudadanos ante los abusos de la Administración pública.
Quizá sea este artículo periodístico el más popular de los publicados en lengua castellana; se combinan en él la ironía, la sátira, el humor, el ingenio., como no se ha repetido desde entonces en la prensa de nuestro país.
El concepto de intelectual nació a finales del siglo pasado con el escándalo Dreyfus, y fue Emile Zola su antecedente más característico.
Con su artículo Yo acuso... "carta dirigida a don Félix Faure, presidente de la República" (publicado en el diario LAurore en enero de 1898), Zola iniciaba una de las campañas de prensa más célebres de todos los tiempos en defensa del mifitar judío, acusado injustamente de espionaje.
Clemenceau, que entonces mandaba en el periódico parisiense, tituló en primera página J'acuse... ! El diario vendió aquel 13 de enero más de 300.000 ejemplares.
Casasús- afirma, y es difícil estar disconforme con ello, que José Ortega y Gasset ha sido el más eminente de los periodistas españoles del siglo XX. El 15 de noviembre de 1930, en la primera página del diario El Sol, a dos columnas y con un emplazamiento preferente, aparecía El error Berenguer.
El artículo acababa con una frase mil veces repetida: "Delenda est Monarchia", a la vez augurio y anatema. Dice el autor del libro que es arriesgado admitir que el escrito animara en su intento a los próximos insurrectós de Jaca, pero son muchos los historiadores que conceden a este texto una influencia coadyuvante sobre el curso de los acontecimientos que desembocaron en la proclamación de la 11 República.
Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle es una pieza básica del tardo franquismo. Publicado en mayo de 1968 en la tercera página del diario Madrid -martirizado por los censores de la época, Manuel Fraga Iribarne y Alfredo Sánchez Bella, y luego volado por orden de este último-, su autor, Rafael Calvo Serer, a la sazón director del periódico, logró trazar un paralelismo entre el estilo autoritario del general. De Gaulle, presidente de la República Francesa, y la dictadura del general Franco, sin aludir expresamente a este último.
El artículo fue el principio del final del Madrid, cuya inscripción en el Registro de Empresas Periodísticas fue cancelada tres años después de su publicación.
En definitiva, un libro que recoge parte del mejor periodismo de todos los tiempos.
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