Continente y contenido

La presentación en directo del último trabajo discográfico de Mercedes Ferrer, Tiempo futuro, supuso, una vez más, una muestra de cariño, admiración y respeto sincero por parte de quienes han venido siguiendo a lo largo de más de una década la minoritaria carrera de una de las artistas con más potencial creativo y nivel interpretativo del exiguo panorama del rock femenino español. Arropada por varios de los mejores músicos del país, Mercedes volvió a confirmar que posee más méritos que nadie para estar arriba del todo. Tiene voz, estilo, garra y es de las poquísimas españolas que sabe esgrimir la poderosa arma de la guitarra eléctrica, en ese campo de batalla plagado de alambre de espinos que es el rock.¿Que por qué sus resultados comerciales no están a la altura de los artísticos? En este delicado punto, tal vez fuera conveniente establecer una sutil diferencia entre continente y contenido. El, continente es ella, plena de recursos y encanto y mostrando un serio rechazo a ofrecer basura de cualquier tipo. El contenido lo constituye una densa propuesta musical enraizada con lo intelectual. Sus profundas reflexiones personales encuentran amparo sonoro en una tupida trama de rock de ambientes que es difícil de atravesar. Máxime cuando el oído agradece vías más prístinas y reconocibles, con las que el paseante se pueda ir identificando a medida que avanza.

Como alguien comentaba durante el concierto, Mercedes jamás ha compuesto un tema pop. Es decir, una canción de carácter intrascendente y cuyo estribillo sea fácilmente aprehensible por el público. No es que le pidamos, que componga El tractor amarillo, pero sí, de alguna manera, que tenga en cuenta al público, último receptor, al fin y al cabo, de los mensajes que el artista lanza. Aquél ha de ser el cómplice. Hasta él hay que llegar, para entrar en su corazón.

Aunque los temas de su último disco son notablemente más asequibles que su obra anterior, da la impresión de que aún le queda un trecho para conseguir instalar sus canciones en la memoria colectiva. Alguien del mundillo musical dijo una vez: "En España no basta con ser bueno". Mercedes Ferrer es el mejor ejemplo de estas palabras. Para ello, tal vez lo más indicado sea establecer un ejercicio de medida, para armonizar continente y contenido. Por lo demás, hay material suficiente para llegar hasta lo más alto.