El Ejército mexicano retoma los pueblos de Chiapas que abandonaron los zapatistas

El Estado mexicano de Chiapas está al borde de una guerra que ninguno de los beligerantes desea. El Ejército federal, que guarda unilateralmente la tregua vigente, desde hace 11 meses en el Estado sureño, evita a toda costa el enfrentamiento con los guerrilleros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Las tropas regulares esperaron ayer la retirada de los zapatistas de los pueblos que habían tomado y el levantamiento de los retenes del EZLN en varias carreteras chiapanecas para recuperar su control.

El objetivo es evitar a toda costa el enfrentamiento armado. Dos días después de que el EZLN anunciara la ruptura del cerco militar a que están sometidos y la toma de posiciones en 38 de 118 municipios del Estado, aún no se ha disparado un solo tiro.Chiapas tendía ayer a la normalidad, al menos momentánea. Una columna de veinte vehículos militares y de la policía llegaron en la noche del martes (madrugada del miércoles en España) a Simijovel, un pueblo de 7.000 habitantes en el norte de Chiapas, sin contratiempos y sin sufrir emboscadas por parte de los zapatistas que ya habían abandonado la localidad. El Ejército se limitó a retirar la propaganda del EZLN, a levantar el bloqueo de caminos y a reparar las zanjas de las carreteras.

Pero la actitud de los guerrilleros liderados por el subcomandante Marcos no es muy diferente a la del Gobierno mexicano: también quieren evitar el choque armado. Las instrucciones de los zapatistas son defenderse sólo en el caso de que sean atacados. Nadie parece dispuesto a tirar la primera piedra.

No obstante, la situación continua siendo tensa. El Ministerio de Gobernación emitió ayer un comunicado en el que indicaba que las fuerzas de seguridad pública "han montado un operativo para garantizar el libre tránsito de personas y vehículos, así como el orden y la seguridad de la población civil". Un operativo cuando menos de dudosa eficacia.

En la tarde de ayer, informaciones procedentes de Chiapas aseguraban que los bloqueos de carreteras se habían reanudado en algunas localidades como Chenalho, a unas decenas de kilómetros de San Cristóbal de las Casas.