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Gómez-Navarro lamenta la poca vocación exportadora de las empresas españolas

El ministro de Comercio y Turismo, Javier Gómez-Navarro, lamentó ayer la escasa existencia de empresarios con voluntad exportadora que soliciten al Gobierno créditos de Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). En una comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro negó favoritismo alguno a empresas ante la alusión del diputado del Grupo Popular Rafael Hernando.

Aunque el parlamentario popular sólo se refirió de pasada a la concentración en algunos empresarios de los préstamos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) "por razones políticas", el ministro no quiso pasar por alto la alusión "para que no parezca que la doy por buena" y aseguró, con rotundidad, que "ni en el periodo en que he sido ministro ni tengo constancia que en los anteriores" ha existido favoritismo.Goméz-Navarro admitió que son pocas las firmas que utilizan los créditos FAD, pero agregó que, "desgraciadamente, hay muy pocas empresas con estructuras estables de exportación. Ya me gustaría a mí que hubiera más y, si las hubiera, se repartirían más los recursos". Además, explicó, no es la Administración española la que adjudica los contratos, sino el país receptor de la ayuda. "Cómo se hagan las adjudicaciones en Latinoamérica, Asia o África no es nuestra responsabilidad", dijo, para agregar que "todas las empresas españolas que se presentan al mismo proyecto tienen derecho a la misma financiación" por parte del FAD.

Medio billón en préstamos

Gómez-Navarro, que compareció ante la Comisión sobre Cooperación y Ayuda al Desarrollo del Congreso, se comprometió a remitir a las Cortes, en los próximos seis meses, un proyecto de ley sobre el FAD, creado en 1976 como un instrumento de apoyo a la exportación. Aunque la. entrada de España en el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, en 1983, le ha obligado a limitar su concesión a países con una renta per cápita inferior a 2.700 dólares y a excluir los proyectos comercialmente viables, Gómez-Navarro afirmó que España "necesita un instrumento de política comercial como el FAD, porque lo tienen nuestros competidores", como Francia e Italia.

Entre las deficiencias del actual sistema, reconoció la falta de estudios para evaluar la rentabilidad social de los proyectos e indicó que hay que hacer un seguimiento de los mismos, pero evitando que la burocracia que ello conlleva acabe absorbiendo recursos que deben destinarse al desarrollo de los países receptores de la ayuda.

Según informó, el saldo vivo de créditos FAD asciende actualmente a 541.000 millones de pesetas. En 1993, se aprobaron 79.742 millones en préstamos y este año e prevé llegar a una cifra similar, aunque hasta la fecha sólo se han aprobado 50.000 millones. En 1995, se mantendrá el techo de los 80.000 millones, pero entre los países beneficiarios desaparecerán Argentina, Chile, Venezuela y Uruguay, por superar la renta máxima, en favor de Vietnam, Pakistán, India o Filipinas. El mayor préstamo, de hasta 12.000 millones, es a Camerún, para la compra de buques en astilleros gallegos.

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