_
_
_
_
_
LA REBELIÓN DE LOS FUTUROS MÉDICOS

Una larga historia

La normativa europea que entra en vigor el próximo mes de enero es de 1986, pero apareció en la ley española en junio de 1993. "Ya en 1977 se recomendó a los decanos de las facultades de Medicina que disminuyeran el número de admitidos", cuenta José Luis Temes, subsecretario general de Sanidad.Sin embargo, ese mismo año, aumentó notablemente el número de alumnos aceptados. Un ejemplo: en la Universidad Autónoma de Madrid (una de las más selectivas en la carrera de Medicina) ese año aumentaron las plazas de 250 a 1.200.

La consecuencia de aquello fue que ya en 1981 se licenciaron 20 000 médicos y la mayoría no pudo acceder al sistema de especialidad MIR, pasando a engrosar la famosa bolsa histórica.

Más información
Los estudiantes de Medicina culminan su protesta con medio millón de firmas de apoyo

"En 1993 los representantes españoles contestamos a la Unión Europea que entendíamos que cumplimos plenamente esa directiva porque aquí hay una formación para médicos generales a través de la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria, que, se creó en el año 78, con la UCD en el Gobierno", recuerda Temes.,Consecuencia de un cambio

La mayor parte de los profesionales de la Medicina no quieren ni oír hablar de otro sistema alternativo al MIR para hacer una especialidad. "El método MIR es bueno porque es competitivo y entran los mejores en el sistema sanitario", señala el subsecretario general de Sanidad, "y como responsable de ese sistema me parece imprescindible seguir manteniéndolo". En España ha habido sistemas alternativos hace 20 años que hubo que abandonar por ineficaces.Los estudiantes prefieren los cursos de postgrado y aseguran que se ha optado por el examen porque es más barato. De hecho, sus protestas arreciarán esta semana porque el próximo miércoles se aprobarán los presupuestos del Estado, en los que quieren que se incluya una partida para estos estudios. Pero la Administración lo niega. No se puede garantizar de golpe, dice, una formación de posgrado a unos 17.000 licenciados que se presentan cada año al examen del MIR (Medicos Internos Residentes). De ellos, entre 4.000 y 4.500 son recién licenciados y los demás (unos 15.000) forman parte de la llamada bolsa histórica de médicos que quieren hacer una especialidad. El problema no es de dinero, insiste la Administración, sino de capacidad normativa del sistema sanitario, porque los hospitales no dan abasto, no caben más médicos.

La nueva directiva comunitaria no es más que la consecuencia de un cambio. El ejercicio de la medicina general cada vez se parece más al que practicaba el internistas de antes. Son médicos que tienen que saber de todo y sobre todo saber detectar cualquier enfermedad y remitir al paciente al especialista que corresponda. Porque hay nuevas enfermedades como el sida, cuyos sintomas los. generalistas deben aprender a distinguir de los de la tuberculosis, por ejemplo. .

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_