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Un escándalo político obliga a dimitir a un ministro belga

El ministro belga de Defensa, Léo Delacroix, de 45 años, dimitió ayer tras la polémica desatada al conocerse que ocultó la posesión de una chalé en la Costa, Azul francesa, según anunció el primer ministro Jean-Luc Dehaene. En su lugar fue nombrado Karel Pirixten, de 43 años.

"Léo Delacroix acudió a mi despacho esta mañana y me entregó una carta en la que presentaba su dimisión" declaró Dehaene, quien dijo haber elevado esa dimisión al rey, que la aceptó. Delcroix, miembro, del Partido Social-Cristiano flamenco y responsable de Defensa desde marzo de 1992, fue relevado por un correligionario. Una portavoz gubernamental ya había adelantado por la mañana que consideraba poco probable que este cese fuera a suponer una remodelación sustancial de la coalición de centro izquierda. "Buscaremos la solución más sencilla para el relevo", dijo.

Delacroix compareció el miércoles ante la prensa para explicar que pagó de su peculio el edificio que, según el semanario Humo, habían levantado trabajadores ilegales.

Éste es el cuarto político belga que cae este año por corrupción. Tres socialistas, incluido el viceprimer ministro Guy Coeme, dimitieron en enero de los Gobiernos central y regional por el llamado caso Augusta sobre sobornos en contratos para el Ejército.

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