_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Victoria serbia

EL CONFLICTO internacional que se desencadenó con la disolución de Yugoslavia está sufriendo estos días una mutación profunda: hasta ahora se intentaba promover una solución elaborada por la ONU con un mínimo respeto por sus normas. Pero después del último viraje del presidente Clinton, Europa y EE UU se orientan abiertamente, a encajar la victoria de los agresores, los serbios, proponiendo una fórmula para encubrir tal realidad.La última solución propugnada por el grupo de contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia) consistía en otorgar el 49% del territorio de Bosnia a los serbios y el. 51% a los bosnios y croatas. La única negativa a este plan fue la de los serbios de Bosnia con su autoproclamada República de Pale). Incluso Serbia y el presidente Milosevic condenaron esa negativa y anunciaron el cese de todo envío de armamento a los serbios de Bosnia. Esta actitud, de Milosevic encantó a la ONU- ayudaría a imponer la solución del grupo de contacto.

Más información
Las grandes potencias abren la puerta a una confederación de los serbobosnios con Serbia

Ha ocurrido todo lo contrario: en respuesta a una desgraciada ofensiva musulmana, las tropas de Pale se han lanzado a la conquista de Bihac, una zona declarada segura por la ONU: tal declaración implicaba el compromiso de la organización internacional de emplear la fuerza para repeler cualquier ataque contra esa ciudad. En las últimas semanas los serbios- han hecho la demostración radical de la inoperancia de esa condición; sus ataques fueron apoyados por la aviación serbia (con el permiso obvio de Mi.losevic), en violación de todo lo ordenado por la ONU.

En un momento dado, la ONU y la OTAN decidieron intervenir. Pero el bombardeo de un aeropuerto en la Krajina serbia se hizo con tantas precauciones que no sirvió para nada. Después de tales impotencias técnicas de la OTAN hay que cambiar de lenguaje: hablar de errores es engañar a la opinión. Lo que se ha puesto de relieve es la total carencia de voluntad política de EE UU y de los Gobiernos europeos para hacer cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Las diferencias entre países europeos han sido muy serias en la fase inicial del conflicto (en relación a la independencia de Croacia), pero en la actualidad han ilegado a una gran coincidencia en la aceptación de una actitud capituladora basada en asumir la victoria de los serbios.

En concreto, la, propuesta adoptada el jueves en Bruselas consiste en ofrecer a los serbios de Pale que se confederen con la- Serbia de Be1grado. Es dar el visto bueno a la Gran Serbia propugnada por Milosevic. Al margen de si en estos momentos tal solución resulta eficaz para poner fin a los combates, de la en ridículo a todos los que han defendido las decisiones de la ONU. Pero hay más: los ministros de Exteriores de Francia y del Reinó Unido, lanzados ya por su nuevo camino, han anunciado su visita a Be1grado para pedir a Milosevic que ayude a convencer a los serbios de Pale de que aprueben la nueva propuesta y acepten un alto él fuego. Imagen viva del retroceso europeo: hace unos meses se felicitaba a Milosevic por haberse alejado de los serbios bosnios. Ahora se le pide que les convenza de hacer una confederación con Belgrado como paso hacia la Gran Serbia.

Estamos ante un desprestigio incalculable para la ONU y la OTAN. Una vez mas queda claro que la ONU, sólo aplica la Carta cuando EE UU -como en Kuwait- tiene un interés directo en el asunto. En cuanto a la Unión Europea, su impotencia supone dar carta blanca al resurgir de los nacionalismos agresivos: a que los fuertes impongan su ley por la fuerza y el horror.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_