Fernando Lázaro Carreter, reelegido director de la Real Academia Española por mayoría absoluta

Fernando Lázaro Carreter fue reelegido ayer director de la Real Academia Española por mayoría absoluta. El director de la RAE, de 71 años, que llevaba tres años de director de la Real Academia Española, hubiera preferido, sin duda, que, los académicos no le hubieran renovado su confianza, y así él hubiera podido dedicar más tiempo a su actividad profesional y a su y vida privada, tal y como expresó recientemente, pero cambió de actitud ante la polémica desatada por la carta que envió el 3 de noviembre al presidente del Gobierno, Felipe González, para solicitar su apoyo en defensa del castellano en las comunidades bilingües. Veinte de los 32 académicos con derecho a voto le renovaron su confianza.

Ayer por la tarde, en una sesión establecida por los nuevos estatutos y no precipitada por ningún acontecimiento político-lingüístico, puntualizó el secretario de la Académica, Víctor García de la Concha, Lázaro Carreter fue elegido por dos tercios de los académicos con derecho a voto como director por los próximos cuatro años.Eran 32 los académicos con derecho a voto. Dos de ellos (Gonzalo Torrente Ballester y José María de Areilza) no pudieron votar a última hora por encontrarse enfermos y siete lo hicieron por correo. En total, 20 académicos de 30 volvieron a elegir a Lázaro Carreter, a la vez que se elegía, y por los mismos votos, bibliotecario a Gregorio Salvador. No hubo mayoría, en cambio, para el cargo de vocal adjunto, quedando los tres más votados (Rafael Alvarado, Francisco Rodríguez Adrados y Eduardo García de Enterría) para una nueva sesión el próximo día 15 de diciembre.

La Academia siempre se mueve por votación, y así lo hizo a comienzos de mes con motivo de la carta a Felipe González, en una sesión rutinaria, en la que faltaron no sólo los habituales (Cela, entre ellos), sino también los académicos catalanes: Pere Gimferrer, Martí de Riquer y Francisco Rico.

Sentido cívico

"Si hubiéramos estado", comentaba ayer a este periódico Francisco Rico, "sin duda se hubiera redactado la carta de otra manera, pero no estuvimos: fue el azar". Sobre la cuestión planteada, Rico no quiso alinearse: "Yo pertenezco a la Real Academia Española en la que, con sus problemas y contradicciones, está bien representada la sociedad española tal como es ésta". Rico, además, desconfía de las adhesiones inquebrantables. "Yo no póseo", advierte, "ningún sentimiento patriótico; sentido cívico, sí, pero eso es otra cosa". Otro catalán, electo pero sin leer todavía su discurso, Luis Goytisolo, aprovechó ayer jueves para concretar detalles del día de su ingreso, y además (en español y en catalán) mostrarse partidario de la carta.Lázaro Carreter negó que la carta tuviese motivación política alguna -"esa hipótesis es una indecencia, la lengua es la piel del alma y los políticos no tienen derecho a instrumentalizarla" ha declarado- y ayer, en rueda improvisada, no quiso volver a entrar en polémica: "La Academia ya ha dicho lo que entendía por bilingüismo y no tiene por qué seguir con el teina". Con su reelección, explicó, se abre una nueva etapa, que si personalmente no le hace feliz ("no tengo el tiempo necesario que requiere la Academia, que se ha convertido en una empresa con 100 personas en nómina"), la asume con el respaldo de sus compañeros de institución, empeñada como está la Academia en hacer un corpus con más de 100 millones de vocablos en todos sus contextos, trabajo al que dedicarán los tres próximos años.