El proyecto de ley de cable comienza una carrera sembrada de obstáculos

La implantación de la ley de cable, reclamada por una gran parte del sector de las telecomunicaciones desde hace al menos cinco años, no va a resultar una tarea fácil. A los problemas del reparto de las competencias entre el Gobierno, las autonomías y los ayuntamientos se une la complejidad técnica del texto que presentó ayer el ministro de Obras Públicas, José Borrell, al Consejo Asesor de Telecomunicaciones, una especie de gran sanedrín en el que participan la Administración, la industria, los medios audiovisuales, los profesionales y los usuarios. En esa reunión, el texto recibió las primeras críticas de algunos miembros del consejo por el trato favorable que se prevé para Telefónica.

Estas son algunas de las impresiones recogidas al término de la sesión del órgano asesor, que trató además sobre telefonía móvil y otros temas del programa estratégico aprobado el mes pasado por el Consejo de Ministros, en especial los referidos a los plazos de liberalización de las telecomunicaciones.El propio ministro responsable de la elaboración del borrador, que ya ha sido cambiado en varias ocasiones, señaló que el anteproyecto de ley de las telecomunicaciones por cable acarreará fuertes problemas de reparto de competencias entre el Gobierno central, las autonomías y los ayuntamientos.

En esta dirección se manifestó también una gran parte del consejo asesor, en el que están representadas las comunidades autónomas. Algo similar. sucederá también previsiblemente, en palabras de Borrell, durante el trámite parlamentario. Este mismo conflicto se plantea también en el proyecto de televisión local por ondas hercianas, que fue debatido sólo en parte por el consejo.

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Borrell accedió a que los consejeros envíen por escrito todavía en los próximos días. sugerencias sobre el texto de la ley de cable, pero advirtió que ya no volvería a ser debatido en ningún otro consejo y se reafirmó en el papel preponderante que se le permite ejercer a Telefónica.Definitivamente, esta compañía podrá participar como operador de cable en todas las demarcaciones territoriales y además podrá ofrecer servicios en la misma red, como el de televisión.

El ministro Borrell justificó este tratamiento legal a Telefónica porque "es de interés nacional que la compañía desarrolle su red de servicios integrados en banda ancha". De momento parece que el Gobierno no modificará el papel preponderante asignado a Telefónica, aunque el anteproyecto tiene que ser debatido la próxima semana en la reunión de subsecretarios y que dentro de dos semanas será aprobada por el Consejo de Ministros. José Borrell, dijo que el ejecutivo lo aprobará antes de fin de año.

En el texto del anteproyecto se establece, entre otras cosas que el 40% de la programación televisiva que distribuya el operador a través del cable deberá ser suministrada por operadores independientes, es decir, los que antes se llamaban operadores si red.