Quedan dos veranos de diarreas

Una veintena de pueblos del sureste de la región todavía bebe agua de pozos. A esta zona, el Canal de Isabel II aún no ha llevado sus tuberías. Por eso, cada verano las poblaciones de estos municipios sufren diarreas y enfermedades gastrointestinales. "El fenómeno siempre es el mismo: el número de residentes se duplica todos los veranos y los Ayuntamientos tenemos que extraer más agua de los pozos. En consecuencia, la calidad del agua empeora", reconoce el alcalde de Orusco de Tajuña (612 habitantes), Adolfo Rivas, del PSOE.El pasado verano un centenar de vecinos de esa localidad sufrió vómitos, y diarreas por la mala calidad del agua ingerida.

Roque Gistau, gerente del Canal, explica: "En menos de dos años todos los pueblos de Madrid beberán el agua del Canal. Las Administraciones públicas han invertido en los últimos diez años unos 150.000 millones para solucionar definitivamente el problema".

De hecho, el agua llegará a finales de este año a Perales y Morata de Tajuña. Un año más tendrán que esperar los vecinos de Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes, Villar del Olmo, Ambite y Valdilecha para probar esa misma agua.

Sin embargo, los habitantes de Orusco de Tajuña, Carabaña, Tielmes, Valdaracete, Brea del Tajo, Estremera, Villarejo de Salvanés, Villamanrique, Fuentidueña del Tajo, Villaconejos, Colmenar de Oreja, Chinchón, Belmonte del Tajo y Valdelaguna no catarán el agua del Canal hasta 1996.