El Rey aboga por ahondar la cooperación económica para contener al integrismo

ENVIADO ESPECIALEl Rey hizo ayer un doble llamamiento en el discurso que pronunció al término de la cena que le ofreció el presidente de Túnez, Zine El Abdidine Ben Afi. Abogó primero por ahondar la cooperación entre el mundo árabe y Europa, para construir juntos un dique contra el integrismo, e instó además a su anfitrión a concluir la democratización de su país, que inició en 1988 y que todavía dista mucho de estar acabada.

Los Reyes de España empezaron ayer una gira de una semana por tres países árabes, Túnez, Jordania y Arabia Saudí. Nada más llegar a Túnez, la pareja real ofreció una recepción a la colonia española.

En un país vecino de Argelia y amenazado de contagio integrista -todos los partidos de corte islamista han sido prohibidos- el huésped español no podía evitar referirse a ese peligro. Lo hizo en términos implícitos preconizando "la puesta en marcha de mecanismos concretos de cooperación como mejor fórmula para desactivar los focos de tensión presentes y futuros en nuestra cuenca mediterránea".

El objetivo, prosiguió el monarca, es convertir al Mare Nostrum en un "ámbito de paz, solidaridad y progreso, que aleje el miedo de lo incierto y garantice con serenidad el bienestar y el porvenir de las poblaciones mediterráneas". Para alcanzar esa meta, España está haciendo su labor.

En el seno de la Unión Europea, la diplomacia española ha obrado para conseguir que durante su presidencia se celebre una gran conferencia de los principales Estados ribereños del Mediterráneo para, dijo el Rey, lanzar así "un proceso de cooperación estructurado y ambicioso".

Ben Afi, que ha llevado a cabo una política de mano de hierro contra el integrismo, que en las elecciones de 1989 logró hasta un tercio de los votos en algunas grandes ciudades, se muestra convencido de que su país no será sumergido por la "marea islámica". Pide, en cambio, a sus huéspedes europeos, que expulsen o extraditen a los refugiados islamistas que acogen. En el Levante español está asentada una pequeña colonia de simpatizantes de Ennahdha, el partido integrista clandestino.

Para abordar la pendiente democratización de Túnez sin herir la susceptibilidad de su anfitrión, el monarca español tomó aún más precauciones. Empezó por resaltar "la incorporación de elementos nuevos de pluralismo democrático a la vida parlamentaria de Túnez". "Compartimos su interés por asegurar el desarrollo político, económico y social de la sociedad tunecina", añadió. "Podéis contar con el pleno apoyo de los españoles a la tarea de fortalecimiento del Estado de Derecho y a la promoción de los derechos humanos", explicó el Rey.

En realidad, lejos de construir el Estado de Derecho, Ben Alí, asustado por la pujanza del integrismo, lo ha recortado abandonando las ideas de pluralismo, libertad y derechos humanos que esgrimió tras su toma del poder en 1987. La involución del régimen ha llevado a celebrar en marzo unas elecciones presidenciales, que ganó por el 99,91 % de los sufragios.