Hollywood se suma a la revolución 'multimedia'

Hollywood no pierde el tren de la revolución multimedia. Por lo menos esto es el caso de Creative Artist Agency (CAA), la agencia de representación más importante de la industria del espectáculo, que ha llegado a un compromiso con tres compañías telefónicas regionales muy implantadas en las dos costas de Estados Unidos, -Bell Atlantic, Nynex y Pacific Telesis- para lanzar una oferta de televisión por cable que proporcione programas interactivos, vídeos, juegos, grandes representaciones y servicios de teletienda a 46 millones de hogares y centros de trabajo.El acuerdo prevé la puesta en marcha de dos compañías diferentes: una se dedicará a desarrollar y distribuir programas de entretenimiento y consumo, juegos, comunicación personal y películas "a la carta" y la otra garantizará la infraestructura tecnológica necesaria para vender el producto en la televisión por cable a través de las líneas telefónicas. CAA asesorará a las dos empresas y suministrará a la primera los actores, guionistas y directores necesarios para alimentar la producción.

Esto supone el proyecto más ambicioso de los presentados hasta ahora para abordar la explotación del mercado del entretenimiento en las autopistas de la comunicación.

Nueva vía

Por este camino, las compañías telefónicas anuncian inversiones en uno de sus objetivos prioritarios -la televisión por cable- y van de la mano del cerebro de la operación, Michael Ovitz, un número uno de Hollywood. Su agencia no sólo representa a directores y actores como Steven Spielberg, Kevin Costner, Tom Cruise y Sylvester Stallone, sino que cuenta con la materia gris que hace funcionar la industria del espectáculo. "Ésta es una nueva plataforma y una nueva vía para que, actores, guionistas y productores desarrollen su trabajo y multipliquen su audiencia", ha dicho Ovitz, que ha dedicado dos años a la idea.El proyecto, sin embargo, ha despertado críticas, como era de esperar en un mercado tan competitivo. John Malone, el hombre fuerte de TCI, el mayor operador de cable de EEUU, ha cargado con fuerza contra la operación: "¿De qué les va a valer a las telefónicas pagar un montón de dinero a Mike Ovitz? ¿Cómo les va a ayudar esto a introducirse en el negocio del cable?".

Debido al vacío legal existente, las compañías telefónicas tienen que esperar todavía el permiso de la Comisión Federal de Comunicaciones (la autoridad reguladora de los Estados Unidos) para entrar en la industria del cable. Mientras tanto, se preparan para ampliar y mejorar sus líneas telefónicas y desarrollar un convertidor que los consumidores usarán para acceder a los servicios.

Otras críticas proceden de grandes estudios de Hollywood, que en principio no ven con buenos ojos, un acuerdo que liga a una agencia con empresas de producción y que consideran que se roza la competencia desleal. Ovitz ha asegurado que las nuevas compañías estarán abiertas a negociar "con todos los estudios, la gente independiente y todo aquel que tenga una idea que vender. Va a ser un modelo abierto".

Importantes inversiones

Bell Atlantic, Nynex, y Pacific Telesis dicen que aportarán 300 millones de dólares en los próximos tres años (más de 36.000 millones de pesetas) para poner, en marcha las dos empresas, la que se dedicará a garantizar el acceso tecnológico de millones de hogares servidos ahora por las compañías telefónicas, y la que se especializará en programas y suministrará estudios, guionistas, actores y productores.La oferta que se pondrá al alcance de los consumidores acentúa el carácter individual de las opciones -televisión a la carta- y su fácil manejo, "tan sencillo como usar el teléfono", según Iván Seidenberg, presidente de la telefónica neoyorquina Nynex. El primer paquete de servicios incluirá vídeos, películas y espectáculos, pero el proyecto es más amplio: "Ofreceremos a los consumidores la próxima generación de programas de elección personal y de servicios interactivos, incluyendo teletienda, juegos, noticias, información y educación" añadió Seidenberg.

El proyecto debería lanzarse experimentalmente dentro de unos meses en la zona de Washington para extenderse después, a finales de año, a los grandes centros urbanos de las dos costas.

Para la cuota mensual se mencionan precios de alrededor de 12 dólares (1.500 pesetas) y la posibilidad de elegir entre 400 vídeos.