_
_
_
_
SANIDAD

Muere en Italia una niña malformada que nació sólo para donar sus órganos

La decisión de una mujer de 29 años, católica, natural de la región del Lazio, de seguir adelante con la gestación de un feto sin riñones ni aparato urinario -y, por tanto, destinado a no sobrevivir- con el fin de donar sus órganos para transplantes ha abierto en Italia una polémica que se pregunta hasta qué punto los padres son propietarios de sus hijos y sobre la imposibilidad legal de extirpar los órganos si la muerte cerebral sobreviene al mismo tiempo que la muerte eléctrica.

La madre de Giulia -así se llamó la niña que el domingo nació y murió en Roma tras vivir sólo 13 horas- se negó a abortar, y pensó en donar todas las partes del cuerpo de su hija que fuera posible. Pero ya desde poco antes del parto los médicos dijeron que los pequeños órganos de Giulia complicados con grave afección pulmonar y a los que llegaría la sangre deteriorada, no servirían para transplante, a excepción de sus dos córneas, que han sido ya implantadas en sendas niñas.

Aunque los médicos pretendieron que el bebé resistiera hasta los tres meses de vida, con objeto de intentar entonces una diálisis y después un transplante, pronto se dieron cuenta de que la niña, al haber estado durante los nueve meses de gestación sin el líquido amniótico, tenía los pulmones sin desarrollar.

Hay quienes se preguntan quién dijo a los padres de la niña, cuando supieron en qué condiciones nacería, que ésta lograría vivir al menos para que le fueran extirpados los órganos, y quién les ocultó durante semanas que estos estarían irremisiblemente dañados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_