Carmen Alborch expone en el Congreso un proyecto de Cultura sin plazo ni presupuesto

La ministra de Cultura, Carmen Alborch, expuso ayer en el Congreso un ambicioso proyecto de política cultural. A lo largo de 70 minutos sumó las realizaciones recientes de su departamento a lo que considera necesario hacer durante la próxima década y la siguiente para conseguir una infraestructura cultural sólida en España. Todo ello, sin embargo, al margen de la situación presupues taria de su ministerio. La oposición, que felicitó a Alborch por "haber disfrutado de una beca de un año para reflexionar", consideró su intervención como una sucesión de "bonitas palabras" propias de campaña electoral.

Carmen Alborch comparecía a petición del Partido Popular para hablar de las líneas generales de su Ministerio, explicar la situación de las colecciones del Prado y el Reina Sofía y contar en qué situación se encuentran las obras del Teatro Real. Vestida con un traje pantalón gris, melena recogida en moño y con unas gafas de montura negra que le daban un aspecto profesoral, Alborch empezó recordando su comparecencia de hace un año en la que anunció que este sería un curso dedicado a la reflexión y el diálogo.El término reflexión fue después machaconamente utilizado para bromear hasta la saciedad entre la oposición sobre la beca de un año para pensar que los españoles han pagado a la ministra. "Ha tenido usted un año para pensar si sigue interesada en la Cultura o prefiere vender alpargatas", llegó a decir el portavoz popular Miguel Ángel Cortés, observación que fue coronada por un murmullo desaprobatorio generalizado.

En los 41 folios que leyó, Alboch anunció que, junto a las comunidades autónomas, Cultura trabaja actualmente en la realización de varios mapas. La labor cartográfica concluirá dentro de unos años con un mapa de necesidades culturales en el que se detallará la situación de cada comunidad, sus necesidades y las realizaciones posibles. Otro de estos mapas recogerá la situación en que se encuentra cada uno de los elementos que conforman el patrimonio histórico artístico. Se trata de saber con exactitud lo que hay y cuál es el problema de cada cosa, para poder actuar en un plazo que la ministra situó en torno a los veinte años. Ese mismo espacio de tiempo fue señalado como necesario para firmar convenios con las comunidades autónomas y pactar con ellas las medidas necesarias para recuperar un patrimonio que actualmente no se conoce detalladamente.

El 'sexólogo'

La formación y preparación del personal ocupado del mantenimiento de las infraestructuras así como de los autores y público consumidor en general de los distintos campos, preocupan mucho a Carmen Alborch. Por un lado anunció la creación de becas y otras ayudas económicas y, por otro, adelantó medidas aparentemente menos costosas como convenios con la televisión pública para la difusión de la cultura a través de la pequeña pantalla. Este anuncio fue recogido positivamente por Miguel Angel Cortés, del Partido Popular, quien a su aplauso añadió su extrañeza de que tan loables intenciones se vean precedidas por productos como el que ayer mismo estrenaba la primera cadena estátal: El sexólogo, una serie calificada de telebasura pura y dura por Izquierda Unida.Alborch, quien en ningún momento habló del presupuesto real que su Ministerio tendrá para el próximo año, aunque se sabe que será ligeramente superior al actual (66.500 millones), dió un repaso amplio y detallado de cada sector cultural. Con plazos que no se apearon de la década anunció una inversión de 38.900 millones de pesetas destinados a museos, 25.000 millones para bibliotecas, 29.300 millones para música y teatro. Todo ello sin descender a lo que hará el año que viene e insistiendo una y otra vez en el consenso con las comunidades autónomas y con la sociedad civil.

Terminada la exposición vino una no menos prolija respuesta por parte de la oposición. El popular Miguel Angel Cortés lamentó el año perdido por la ministra para su "diletante" reflexión y añadió que al margen del despliegue cartográfico con el que amenaza la ministra para los próximos años, no había oído nada nuevo ni preciso. Como ejemplo de novedad señaló el anuncio hecho por la ministra para el campo del libro: "Fomentaremos la lectura".

El Teatro Real

El representante de Izquierda Unida, Felipe Alcaraz, empezó recordando a la ministra que aún no estamos en campaña electoral y que sus anuncios habían sido hechos totalmente de espaldas a la realidad económica. "Sin tener en cuenta un presupuesto que sólo da para apariciones públicas, habla de gastos de miles de millones. Sus palabras sobrepasan con mucho la realidad con la que se va a enfrentar este año. Quieren ustedes hacer ver que no se les agota la legislatura y no engañan a nadie".El Teatro Real de Madrid y su apertura, prevista para finales del próximo año, consumió una gran parte de la sesión. Alborch reconoció que el gasto final estará en tomo a los 20.000 millones; cifra muy superior a los 5.800 millones que se calcularon en 1986. Tanto el portavoz del PP como el de Izquierda Unida señalaron como auténtico disparate el hecho de que Ros Marbá cobre 22 millones al año por la dirección artística de un edificio en obras. Alborch indicó que era una situación con la que se había encontrado y para tranquilizar a los diputados aseguró que Marbá cobraba este año algo menos. Eso sí, no precisó cuánto.