Un rompecabezas llamado cupo
Una complicada fórmula regula la aportación vasca a la Hacienda estatal
"Os veo pálidos y preocupados". Y efectivamente, estaban pálidos después de casi tres horas de explicación de la fórmula de cálculo de la contribución económica del País Vasco. a la Hacienda central, el cupo, y preocupados porque les comenzaba a asaltar la duda sobre su capacidad para entender el galimatías.La observación la hizo el viceconsejero de Hacienda, Carlos Lambarri, a los alumnos, un grupo de periodistas de un cursillo sobre la financiación de la Comunidad Autónoma del País Vasco, el Concierto Económico. Empezaba a cuajar la idea que circulaba, en tono de broma, de que "el cupo es tan rentable para los vascos precisamente por su complicación y dificultad de cálculo ante la Administración central".
El caso es que el cupo provisional para 1994 es de 34.938,5 millones de pesetas, unos 3.000 menos de lo que pagó Euskadi en 198 1. En el camino, los, cupos más fuertes resultaron a partir de 1987 y 1988, cuando el País Vasco compró las competencias del Inserso e Insalud. Desde entonces comenzaron a bajar porque las competencias. Yascas eran cada vez mayores, y por lo tanto el gasto que realiza el Estado en las tres provincias, también menor. 76.298 millones en 1991, 48.974 en 1.992 y 34.122,5 el pasado año.
El cupo es uno de los dos pilares del denominado Concierto Económico, que funciona gracias a la recaudación directa de los tributos por parte de las diputaciones forales. El cálculo del cupo (transferencia de parte de la recaudación para hacer frente a las cargas no asumidas por la comunidad autónoma) se realza desde el presupuesto total de gastos del Estado, del que se restan el total de las cargas asumidas por la comunidad autónoma. El resto es el gasto que hace Madrid por todas las cargas sobre las que Vitoria no tiene competencia, y es la primera cifra que empieza a contar.
En 1992 los ministerios con competencias que no habían sido asumidas por la autonomía vasca reflejaban un gasto de 7,5 billones de pesetas. La participación del País Vasco en ese gasto se calcula según el peso de la renta t relativa de las tres provincias vascas, que según acuerdo político de 1981 es el famoso 6,24%. A la cifra resultante se le restan los ingresos exclusivos de la Hacienda estatal como tributos no concertados e ingresos no tributarios, el déficit y los impuestos directos.
Conseguido ya el llamado cupo líquido, no habría más que, actualizarlo restando los presupuestos de la Ertzaintza (policía autónoma) y parte del Insalud e Inserso y ajustar la diferencia de recaudación entre un año y otro.
A medida que avanza el proceso de transferencias el cupo va disminuyendo, pero en teoría nunca llegará a cero porque hay cargas instransferibles a la comunidad vasca como la defensa o la Casa del Rey. Las transferencias más importantes que reclama como pendientes el Gobierno vasco son el Inem y la Se guridad Social, a pesar de que en la última se gaste más en Euskadi de lo que se recauda en Euskadi, unos 30.000 millones de pesetas aproximadamente.
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