Un billón para obras
El efecto económico más importante del gasto sobre la economía aparece tradicionalmente reflejado por la inversión en obra pública e infraestructuras. La construcción es quizá el sector más representativo de la situación económica y, por lo tanto, uno de los primeros sobre los que el Gobierno quiere actuar. Desde esta perspectiva, el Ejecutivo realizará en 1995 un esfuerzo inversor moderado, pero que en ningún caso supone un estancamiento. En el ejercicio de 1994, Obras Públicas inyectó, para infraestructuras y vivienda, 967.000 millones de pesetas, a través del propio departamento o de entes públicos y sociedades del ministerio. En 1995, por este mismo concepto y procedimiento, se inyectará en las empresas de construcción. en torno a 1,04 billones de pesetas. El crecimiento es, pues, del 7,5%, superior al aumento de la inflación y del PIB. La licitación de obra pública debe mantenerse pues en línea ascendente durante el ejercicio próximo y contribuir a consolidar el crecimiento.
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