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El Bundestag censura al Constitucional por una sentencia

El alcance del derecho a la libertad de expresión ha provocado un enfrentamiento sin precedentes entre el Tribunal Constitucional alemán y el Gobierno conservador, presidido por Helmut Kohl. El objeto último de la polémica es una pegatina con la frase Los soldados son asesinos, del escritor Kurt Tucholsky, fallecido en 1935, por la que un objetor de conciencia fue multado con 8.400 marcos (unas 700.000 pesetas).El Tribunal Constitucional alemán, entendiendo que "la acritud o exageración de una crítica no priva de la protección constitucional", levantó la multa y la condena al joven objetor, lo que desató las críticas de los miembros del Gabinete de Kohl, cuyo ministro de Defensa, Volker Ruhe, aseguré que el fallo del más alto tribunal alemán "es un escándalo, inaceptable bajo cualquier supuesto".

La afirmación de la pegatina, publicada por primera vez en 193 1, en un número sobre la paz de la revista Die Weltbüne, había provocado ya el procesamiento de su autor en 1932, acusado de ofensas a la Reichswehr (el Ejército imperial) de las que fue absuelto. En aquel juicio, la argumentación de la defensa había tenido connotaciones filosóficas, con referencias a Voltaire, Kant y Goethe.

La Unión Cristiano Demócrata y el Partido Liberal, que forman la coalición de gobierno en Bonn, entienden que con el levantamiento de la condena al objetor que lucía la pegatina se permiten todo tipo de ofensas contra el Ejército alemán.Sin embargo, el Tribunal Constitucional asegura en su sentencia que la generalidad de la afirmación hace imposible probar que se dirige contra los soldados alemanes. "Cuando una declaración es expresión de una idea, debe suponerse que está amparada por la libertad de expresión", falla el tribunal. El fallo señala que "la libertad de expresión tiene sus límites en las leyes generales que determinan la protección de la juventud y el derecho al honor".

La CDU y el FDP elevaron ayer sus protestas al Parlamento alemán (Bundestag) en un intento de reparar el honor de los soldados alemanes. La oposición socialdemócrata se sumó a las muestras de simpatía con los miembros del El ejército, pero se abstuvo en la votación de una resolución "para -no convertir el Parlamento en una instancia superior al Constitucional". La resolución, aprobada sólo con los votos de la coalición de gobierno, asegura que con la sentencia se declara a los soldados "blanco de tiro libre" y que "se hiere su dignidad cuando no se castiga que se les llame asesinos".

El presidente de honor del FDP, Hans Dietrich Genscher, rompió su retiro político para participar en el debate y señaló que no se puede llamar asesinos a los que garantizan la paz y la seguridad del Estado. El ministro de Defensa indicó, por su parte, que cuando se permite afirmar que los soldados son asesinos se recompensa de mala forma la solidaridad de los aliados, que protegieron a Alemania en la guerra fría.

La vicepresidenta del Partido Socialdemócrata (SPD) Herta Dáubler-Gmelin, aseguró por su parte, para explicar su abstención, que la sentencia "no es sólo correcta, sino exactamente lo que esperaban los ciudadanos alemanes de un fallo del Tribunal Constitucional". El partido Alianza 90-Los Verdes también mostró su apoyo a la sentencia. del Tribunal Constitucional.

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