Mantener el diálogo con Cuba

El acuerdo sobre inmigración alcanzado el pasado viernes entre Washington y La Habana es un buen comienzo. Si humanamente se realiza, traerá inmediatos beneficios, que incluirán el enfriamiento de la política anti-inmigratoria en Florida, disminuirán las salidas de los balseros cubanos y acelerará el encuentro de las familias divididas. Pero la cuestión no debería permanecer sólo ahí.La Administración de Clinton, que ha alcanzado este acuerdo limitando la ronda negociadora únicamente a la inmigración, debería ahora encontrar el valor para avanzar en la discusión sobre todos los temas políticos y económicos que separan a Estados Unidos de Cuba.

(...)Cuba ha mostrado su disposición a ampliar las conversaciones con EE UU en otros terrenos. Obviamente, La Habana quiere aliviar el embargo de EE UU. Pero también ha insinuado ofertas tentadoras, que incluyen conversaciones con la oposición en Madrid. (...)

( ... ) Estados Unidos tiene un claro interés en disminuir la tensión, en unas relaciones más pragmáticas con Cuba. También tiene interés en promover una transición no violenta hacia la democracia y en un mayor respeto a los derechos humanos. Estos intereses abogan por mantener, a partir del acuerdo alcanzado la semana pasada, un mayor diálogo y nuevos incentivos que aumenten la apertura del régimen de Castro.

, 12 de septiembre