La quimioterapia contra el cáncer aplicada durante el sueño reduce los vomitos
Un equipo médico español publica su descubrimiento en la revista 'The Lancet'
Los vómitos son en la mayoría de los casos el compañero indeseable de los tratamientos farmacológicos del cáncer. Y resultan tan agresivos que muchos pacientes terminan finalmente por rechazar los medicamentos. El médico español Luis Domínguez Ortega ha encontrado algo aparentemente muy sencillo: si la quimioterapia se aplica mientras los enfermos duermen, este efecto adverso se reduce practicamente a cero. Un primer trabajo sobre éste fenómeno, que continúa en fase de estudio, fue publicado en The Lancet el pasado 21 de mayo.
Médico internista y responsable de la Unidad del Sueño del hospital 12 de Octubre de Madrid y de la clínica Ruber, Domínguez Ortega descubrió la capacidad antiemética del sueño (reductora del vómito) con uno de sus pacientes. "Era un chaval joven con sida que lo pasaba muy mal cada vez que tenía que tomar un medicamento muy tóxico. 'Prefiero morirme. Pero no me ponga más ese veneno, me decía".Le propuso entonces probar la administración del fármaco durante el sueño. Y dió resultado. Después siguió la misma pauta con una paciente enferma de cáncer a la cual, la sola llegada al hospital, ya le provocaba vómitos anticipados a su sesión de quimioterapia. También hubo resultados, positivos.
Los quimioterápicos son agentes químicos que se utilizan para destruir las células cancerosas, atacando directamente a su ADN. Se trata de una de las tres armas terapéuticas hoy disponibles contra el cáncer, junto a la cirugía y la radioterapia. El tratamiento, que se aplica generalmente tras una cirugía de la zona afectada, se efectúa en ciclos y durante periodos no mayores de seis meses.
Vía endovenosa
La via más común para la administración de estos compuestos son las inyecciones endovenosas, aunque también se pueden ingerir por vía oral. El problema es que su citotoxicidad no se detiene en las células enfermas, sino que afecta también a las sanas (pérdida de pelo, anemia etc... ). El estímulo directo que también provocan estos fármacos en el centro del vómito hace que este aparezca apenas dos horas después de la inyección y en algunos pacientes de forma muy invalidante. El recuerdo de la sesión anterior hace al enfermo vomitar con solo pensar en la siguiente.La explicación del efecto beneficioso del sueno en este tratamiento radica en las condiciones especiales que se producen en el organismo durante el reposo nocturno: disminuye la motilidad intestinal y aumenta el umbral fisiológico para la respuesta a estímulos. En estas circunstancias, el especialista pudo concluir que el sueño actúa como un poderoso atenuante de los vómitos y también potencia los efectos que en este mismo sentido tienen los fármacos antieméticos que se aplican junto a la quimioterapia.
Un total de 17 pacientes formaron parte de un ensayo clínico sobre esta nueva terapia coordinado en el 12 de Octubre por los doctores Dominguez Ortega, Cubedo Cervera, Díaz Gallego y Cortés Funes. "Los resultados fueron espectaculares", insiste Dominguez Ortega. Los pacientes toleraron mejor su quimioterapia, incluso con menos dosis de fármacos antieméticos, que lograron reducirse durante el estudio hasta un 13% de la dosis terapéutica. Las ventajas inmediatas se miden en el menor coste y toxicidad del tratamiento. Pero la más importante es para el paciente que sufre: "la medicina no está solo para alargar la vida sino para mejorar su calidad", recuerda Luis Dominguez.
El nuevo sistema terapéutico está aún en fase muy experimental "existen problemas logísticos y hay que hacer más estudios", recalca Domínguez. Lo cierto es que este método esperanzador ya ha despertado un gran interés en toda la comunidad científica internacional.
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