Bélgica pide una rectificación a Bonn

"Es un error que debe ser rectificado". Con estas palabras se enfrentó ayer el primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, a la posición sostenida por los parlamentarios democristianos alemanes en su documento favorable a consagrar dos velocidades en la construcción europea.El error, según Dehaene, es doble: "Plantea la geometría variable como un fin en sí mismo, cuando no lo es de ninguna manera, y además dicta ex-cátedra quién formará parte y quién no del núcleo duro de la Unión, dando la impresión de que se excluye a determinados países del grupo de cabecera". El primer ministro belga hizo estas declaraciones en una reunión con periodistas españoles, con motivo de la próxima visita de los Reyes de los belgas a España.

El Gobierno belga está de acuerdo con los alemanes en que "no puede aplicarse el mismo modelo de construcción de la Unión que se empleaba cuando éramos seis, que ahora, con las ampliaciones previstas". El riesgo consiste en que "deberíamos reducir la velocidad a la de quienes pretenden avanzar más lentamente", indicó Dehaene. Pero la- construcción europea "debe quedar abierta a todos los que deseen participar en ella, y hay que agotar todas las posibilidades de avanzar lo más lejos posible como un conjunto y con el máximo consenso" antes de plantearse otras alternativas, precisó Dehaene. En todo caso, según Dehaene, "hay que evitar a toda costa el juego de las exclusiones".

Así, la geometría variable no puede descartarse en último término, pero no como un objetivo en sí mismo, sino como "una vía de salida si falla el avance conjunto".

La posición de Dehaene es triplemente significativa: Bélgica es uno de los países convocados en el documento a formar parte del núcleo duro; su primer ministro, socialcristiano, comparte ideología y alineamiento internacional con los autores del texto, y Bélgica se alinea estrechamente con las posiciones alemanas sobre Europa.