El Tesoro sube hasta 0,7 puntos el interés de la deuda en una subasta con escasez de demanda
El mercado de deuda estrenó ayer septiembre en baja forma. Volátil, inestable, sensible... son algunos de los adjetivos que los operadores utilizan para calificar una situación que no ven clara. En ese contexto, el Tesoro subió ayer entre 0,4 y 0,7 puntos los tipos de la deuda a medio y largo plazo que quedaron ajustados a los que rigen en el mercado secundario. La nota destacada fue la escasez, tanto en la demanda, como en la adjudicación de deuda, que finalmente se realizó a unos tipos de interés que los analistas creen altos. El bono a diez años se adjudicó al 11,02%.
"No hay mucho interés por la deuda española". Así se expresaba Henrik Lumholdt, de FG Inversiones, tras conocer la demanda en la subasta de bonos a tres, cinco y 10 años realizada ayer por el Tesoro y en la que en total sólo se solicitaron 222.081 millones de pesetas. Y se pidieron a tipos tan altos que sólo se adjudicaron 28.704 millones. El tipo de interés a 3 años quedó en el 10,5% frente al 9,72% que se fijó en la subasta anterior, celebrada el pasado 16 de agosto. A cinco años el tipo de interés quedó en el 10,85% frente al 10,18% anterior, y a 10 años se fijó en el 11,02%, un 0,4% más.El propio Tesoro hizo ayer tarde pública una nota en la que destaca "el escaso volumen de deuda que se ha demandado", mientras los operadores señalan también el interés al que se ha dado. "Se ha marcado un tipo de referencia, sobre el que pivotará la deuda durante unos días, muy alto", dice Fernando de la Vega, de AB Asesores, para quien quizás el Tesoro debería haber esperado unos días para financiarse algo más barato. De la Vega señala la amplitud del diferencial de tipos entre España con Alemania que a 10 años es de 3,8 puntos, cuando antes de Maastricht, por ejemplo, era de 2.
Efectivamente, algunos analistas interpretaron los datos de la subasta como una muestra de las necesidades relativas de liquidez del Tesoro. Pero Ignacio Garrido, subdirector de deuda pública, las niega. "Sólo con haber subido un 0,04% más el tipo a 10 años hubiéramos cogido otros 30.000 millones" dijo. Según Garrido, el Tesoro no pretendió ayer decir que estaba cómodo en esos tipos, sino no dejar la subasta desierta, algo que suele ser mal interpretado por los no residentes. "El Tesoro no ha hecho otra cosa que reconocer el nivel de tipos que hay en el mercado secundario", señaló.
Sensibilidad
Ayer el mercado secundario en España reaccionó una vez más siguiendo la pauta del bono alemán que subió tras conocer un dato de producción industrial en Alemania mejor de lo esperado. La deuda en toda Europa empieza estos días a ver de nuevo las orejas al lobo. Según Lumholdt, el problema en estos momentos es que no hay demanda estable. "Y cuando eso ocurre", dice, "cuando los inversores finales no son los grandes fondos de inversión, que no son especulativos, no hay buen tono, se ve que no hay confianza en el largo plazo, vuelve la volatilidad...".
"Más que inestabilidad" dice De la Vega, "lo que hay es sensibilidad a cualquier tipo de noticia que piensen mala". Esta semana la más importante, según señalan tanto de la Vega, como Roberto Knop, de Analistas Financieros, ha sido la subida de un cuarto de punto decidida el martes por los bancos franceses. "Se ha tomado como si hubiera subido tipos el propio Banco de Francia", dice de la Vega.
"Los últimos datos sobre la coyuntura europea", apuntala Knop, "confirman la fortaleza de la recuperación y vuelven a plantear la posibilidad de inflación aunque no creemos que los bancos centrales vayan a subir los tipos, incluso los bajarán". De momento, ayer el Bundesbank no los movió al tiempo que anunciaba que en las dos próximas semanas los repos se mantendrán en el nivel actual, el 4,85%.
Los operadores coinciden con Garrido al afirmar que en España la deuda está sufriendo menos que en Europa, "pero no tiene muy buena cara", dice Lumholdt.
En el mercado monetario no se registraron tensiones de consideración. En divisas, el dólar cedía frente al marco y la peseta, con un cambio medio al cierre de 131,164 pesetas.
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