Para el Vaticano, la cumbre de población es ingeniería social teñida de derechos humanos

"Es inaceptable la pretensión dé presentar esta operación de ingeniería social bajo la categoría de los derechos humanos", dijo ayer el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, alresumir las críticas del Vaticano a la Conferencia de la ONU sobre Población y Desarrollo, que comienza el lunes en El Cairo. El portavoz criticó la "ambigüedad de lenguaje" y "la filosofía social" del borrador, así como su base estadística, a la queNavarro contrapuso afirmaciones como la de que "toda la población mundial cabría en el Estado de Tejas". [Ayer se supo que Líbano también se retira de la cumbre, siguiendo el ejemplo de Arabía Saudí y Sudán.]

"La Santa Sede es muy consciente de la complejidad de los problemas relacionados con el desarrollo material y moral de la humanidad", dijo el portavoz, pero, añadió, no comparte "mitos como el de la explosión demográfica", que merecen ser "discutidos en un plano científico"."Desde 1959 hasta hoy, la tasa de crecimiento de la población ha disminuído constantemente, y, si la población mundial crece en términos absolutos, no es porque aumenten los nacimientos, sino porque la vida media ha subido. En base a estas consideraciones, se podría proponer mantener los nacimientos e introducir una ley de eutanasia", ironizó Navarro.

"Evidentemente, el despilfarro que se hace en armas podría ir a cubrir otras necesidades", señaló el portavoz vaticano. Otro "mito" que Navarro quiso despejar ayer, al presentar a la delegación que participará en la Conferencia de El Cairo, es que una tragedia reciente como la de Ruanda sea consecuencia de la superpoblación. "La concentración de habitantes es más alta en Japón que en Ruanda", dijo.

Pero el grueso de la intervención del portavoz estuvo dedicado a exponer los "aspectos inaceptables" de un proyecto de declaración contra el que la Santa Sede viene manifestándose desde hace meses. Al Vaticano no le gustan términos como "salud reproductiva" o "salud sexual" que, advierte, no han sido nunca aprobados por la Organización Mundial de la Salud ni otros organismos internacionales".

Peor aún le parece que, en el contexto de "la salud reproductiva", y como parte del "derecho de acceder a métodos de regulación de la fertilidad" se pretenda introducir un "derecho al aborto", según teme Navarro, menospreciando el dato de que existe ya un consenso para que la declaración excluya explícitamente al aborto como medio de control de la natalidad.

Abortos adolescentes

Otras cosas que la Santa Sede no acepta es que se hable de "los derechos reproductivos de las parejas y de los individuos"; que "el matrimonio resulte prácticamente ausente" en el texto del proyecto de declaración y que se hable de la "familia en cualquiera de sus forma?, "humillando, no sólo la naturaleza, sino la función social y biológica", de esa institución social.

Pero el mayor rechazo se centra en la pretensión que el Vaticano atribuye al borrador del documento final de la Con ferencia de El Cairo "de privar a los padres y a las familias de ser informados sobre los abortos practicados a sus adolescente?. En esa presunta propuesta, deducida de un texto que, como tal, no la recoge, la Santa Sede basa su acusación de que los países desarrollados quieren imponer al Tercer Mundo puntos de vista y prácticas de regulación de la natalidad que nunca osarían proponer a sus pro pios súbditos.

El portavoz rechazó la expresión "Santa Alianza católico-musulmana" en tomo a este asunto y afirmó que que la Santa Sede nunca ha considerado boicotear la conferencia.

El primer ministro libanés, Rafiq Hariri, anunció ayer que Líbano, al igual que Arabia Saudí y Sudán, tampoco acudirá a la Conferencia. Hariri no explicó los motivos que le han llevado a tomar esta decisión. Líbano y Sudán rechazaron asistir a la conferencia al considerar que el documento de trabajo de la reunión contenía temas contrarios a la Sharia (ley islámica). El Consejo Real de Ulemas (teólogos) de Arabia Saudí dijo ayer que la Conferencia es un "feroz ataque" contra el islam, informa Reuter.

Egipto hizo público ayer que 155 de los 192 países invitados han aceptado ya participar, destacando que la negativa de algunos a acudir no afectará al desarrollo de ésta.