Alerta ecologista en Venezuela contra el plan de explotación del oro en la Amazonia
Caracas pretende elevar de 13 a 60 toneladas anuales el metal obtenido de las minas
El Gobierno venezolano presidido por Rafael Caldera quiere sacar mayor rentabilidad a sus minas de oro situadas en la Amazonia. Para ello, proyecta poner en manos de las multinacionales la explotación minera y multiplicar las toneladas extraídas pasando de 13 a 60 anuales. Las principales organizaciones ecologistas, a las que se han unido otras voces en el país, han denunciado el proyecto por considerar que acabará con la biodiversidad de la zona y las etnias indígenas que allí se asientan. Un hijo del presidente y el ministro de Energía y Minas, amigo de la familia, se encargan personalmente de negociar el plan, que defienden como una forma de conseguir fondos para afrontar la deuda externa.
Las organizaciones ecologistas han acordado luchar contra el plan minero anunciado por el nuevo Gobierno de Caldera. "Se trata de una artimaña que nuevamente intenta imponer el fracasado criterio de canjear la deuda por naturaleza como método de manipulación desarrollista que sólo afianzaría la pesada carga financiera de nuestros pueblos", afirman estas organizaciones.El presidente del Colegio de Sociólogos y Antropólogos de Venezuela, Alexander Luzardo, también ha alertado sobre las consecuencias destructivas del plan minero, que considera insostenible. "La explotación intensiva del oro sobrepasaría los límites o la capacidad de carga del ecosistema amazónico", dice Luzardo.
El daño, según estas voces discordantes, sería incalculable. Para empezar destruiría la biodiversidad de la selva y bosques tropicales, los recursos hídricos, contaminaría los ríos con mercurio y desplazaría a los indígenas a las ciudades. "Si se concreta el plan gubernamental también provocaría la invasión masiva de garimpeiros [mineros brasileños] que hasta ahora las autoridades venezolanas no han podido controlar", añade Luzardo.
90.000 millones de dólares
El escudo guyanés, rico en oro y diamantes, está formado por suelos muy pobres del precámbrico. "Allí no es posible una, minería de veta, sino de aluvión, lo que acabaría con las 10.000 especies vegetales únicas en el mundo y afectaría a los 60.000 indígenas de las etnias yanomami, panare y yecuana que viven en la zona", explica el antropólogo.En su denuncia acusa al Gobierno de Caldera de caer en contradicciones con la Cumbre de Río y las exigencias de los organismos internacionales como la Unión Europea, que aprobó recientemente una financiación de 800 millones de bolívares (611 millones de pesetas) para proyectos de investigación y protección ambiental y desarrollo sostenible en la Reserva de la Biosfera de Alto Orinoco-Casiquiare en la Amazonia venezolana, que es una de las reservas boscosas más extensas del mundo, con 4.600.000 hectáreas.
El ministro del Ambiente, Roberto Pérez, señala que las reservas de oro se calculan en 90.000 millones de dólares, con lo que se podría pagar la deuda externa en cinco anos.
Para el ministro de Energía y Minas, Erwin Arrieta, uno de los promotores del plan, la actividad minera no es "depredadora", alegando que depredador es el hombre. Entre los defensores del plan minero figura también el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Andrés Caldera, hijo del presidente Caldera, al que se sitúa como centro de las reuniones con las multinacionales mineras.
En declaraciones a este periódico, el ministro Andrés Caldera dijo que no tiene nada de malo haberse reunido con los empresarios extranjeros. "He recibido a mucha gente que viene a informarse sobre la situación del país y los planes del Gobierno. Es mi deber recibirles y orientarles. Mi hermana Mireya y el ministro Erwin Arrieta son viejos amigos y no novios. Y lo que pretende el plan minero es poner orden en las concesiones y permitir una explotación racional y ordenada".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.