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El nuevo Gobierno ruandés ocupara la 'zona de seguridad' francesa

Francia cumplirá sus planes. Abandonará la zona de seguridad establecida al suroeste de Ruanda el próximo domingo. Será el momento en que la victoriosa guerrilla del Frente Patriótico Ruandés (FPR) ocupe la zona. Así lo anunció ayer el primer ministro de Kigali, Faustin Twagiramungu, aun a riesgo de redoblar el pánico de los refugiados en la zona, que hace días que han comenzado a buscar refugio en Zaire. En los campos zaireños, los robos y las amenazas hacen cada día más difícil la vida.

"Queremos ocupar toda Ruanda, por la propia credibilidad del, Gobierno. Pero no atacaremos la zona", señaló ayer Twagiramungu, un hutu moderado, que preside un gobierno tutelado por el mayoritariamente tutsi FPR. Las palabras del primer ministro pueden redoblar el pánico que las milicias y los soldados del Ejército ruandés no dejan de extender entre los refugiados, hutus en su mayoría, que han comenzado a cruzar hacia Bukavu, en Zaire. Las organizaciones humanitarias han lanzado la voz de alarma ante lo que temen que se convierta en una Goma 2, donde más de un millón de refugiados viven en condiciones precarias.Cerca de 20.000 personas abandonaron ayer la zona de seguridad y cruzaron la frontera con Zaire en Bukavu, donde acaba de declararse un mortífero brote de disentería. "Estamos al comienzo de una epidemia y las cosas pueden ir a peor antes de que podamos trasladar a los refugiados a lugares adecuados", advirtió ayer Anne Guibert, portavoz de Médicos sin Fronteras.

A pesar de las peticiones internacionales, París está decidido a que el último de sus 650 hombres desplegados en el suroeste de Ruanda abandone la zona el próximo domingo. El Gobierno de Kigali, por su parte, que desde un principio calificó el dispositivo francés de injerencia, señaló ayer que no estaba dispuesto a aceptar "una zona desmilitarizada bajo control de la ONU". Pero mostró su disposición a cooperar con las tropas africanas de la ONU que siguen llegando con cuentagotas a Ruanda.

El jefe de los cascos azules en Ruanda, el general canadiense Romeo Dallaire, a punto de terminar su mandato, volvió a criticar ayer a la comunidad internacional por su tardía respuesta a la crisis ruandesa y aseguré que centenares de miles de vidas podrían haber sido salvadas por una acción urgente.

Dallaire insistió en la necesidad de "perseguir, identificar y someter a juicio" a los responsables de los asesinatos masivos en Ruanda. El general canadiense señaló que miembros del antiguo Gobierno, soldados y milicianos están extorsionando a los refugiados en los campos levantados en Zaire y en la zona de seguridad, bloqueando de esa forma la esperanza de que la paz se consolide.

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Caminar hacia la muerte

El derrotado Gobierno ruandés y los mandos del Ejército están hablando abiertamente de invadir Ruanda y, mediante campañas de terror y propaganda, han propiciado la huida de casi un millón de ruandeses, hutus en su mayoría, a Zaire a principios de julio. El éxodo masivo puede volver a repetirse ahora. "Viajé a la zona de seguridad ayer [por el miércoles] y vi a centenares de mujeres y niños caminando [hacia Zaire]. Ellos caminan porque les han dicho que lo hagan, y caminan hacia la muerte", dijo Dallaire con amargura.

La violencia, las amenazas y los robos entorpecen cada vez más las operaciones humanitarias en las cercanías de Goma, al noreste de Zaire, donde más de un millón de refugiados ruandeses malviven hacinados.

Los trabajadores que repartían ayer alimentos en el campamento de Mugunga, a unos doce kilómetros de Goma, se vieron obligados a huir al ser amenazados con una granada, que procedía del arsenal que el derrotado Ejército ruandés se llevó consigo a Zaire. El pasado lunes, un grupo de cien hombres armados, muchos de ellos ex soldados ruandeses, robaron veinte toneladas de alimentos.

Comisiones bancarias

Varios bancos, entre ellos el Santander y el Central Hispano, han dado orden a todos sus empleados para que no cobren comisiones por las transferencias que hacen los particulares a las organizaciones no gubernamentales para ayudar a Ruanda, según informa Servimedia. Otros bancos se abstuvieron desde el principio de cobrar tales comisiones.Por otra parte, anoche emprendió viaje desde el aeropuerto de Barajas el quinto avión con ayuda oficial española con destino a los refugiados ruandeses de Goma, con 40 toneladas de medicamentos y alimentos. En el avión viajan 20 expertos pertenecientes a congregaciones religiosas, Farmacéuticos del Mundo, Médicos del Mundo, Farmacéuticos Mundi y Médicos Mundi. También ayer tenían previsto partir de Barcelona 10 voluntarios de Médicos sin Fronteras para trabajar dentro de Ruanda.

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