EL Norte denuncia al Sur

Las Cofradías de Pescadores del Cantábrico denunciaron ayer en una carta dirigida al ministro de Agricultura, Luis Atienza, el uso de redes ilegales por parte de los pescadores de Algeciras, según Esteban Olaizola, presidente de la Cofradía de Pescadores de Hondarribia (Guipúzcoa).Olaizola criticó la "actitud pasiva" del Gobierno y reiteró su defensa de la orden ministerial de octubre de 1990, en la que se prohíbe el uso de las artes de deriva en España. Olaizola pidió a los pescadores del Estrecho que faenan con red de enmalle a la deriva que cambien de sistema.

El representante de los pescadores vascos acusó al presidente de la cofradía de pescadores de Algeciras, Rafael Montoya, de "estar haciéndolo muy mal" y le pidió un mayor respeto hacia la organización Greenpeace. Montoya acusó en Algeciras (Cádiz) a los ecologistas de ser "algo embusteros", ya que los pesqueros del Estrecho utilizan redes de entre los 1.800 y 2.200 metros, y no 3.000 como dice Greenpeace.

Para analizar la situación creada en el Estrecho sobre el uso de redes ilegales, hoy tendrán un encuentro las cofradías de pescadores del Cantábrico y del área del Estrecho de Gibraltar. El representante de los pescadores vascos acudirá en la madrugada de hoy a Mercamadrid donde tratará de concienciar a los importadores de pescado sobre la situación desfavorable en la que se encuentra la flota española, así como de la necesidad de que no se vendan especies capturadas con artes ilegales.

Las cofradías vascas se reunirán además hoy con varias asociaciones de consumidores para discutir sobre la chapa verde para los bonitos pescados con artes tradicionales. El ministro Luis Atienza tendrá oportunidad hoy de abordar el conflicto en un encuentro con los periodistas para hablar de sus cien primeros días al frente de Agricultura.

Entretanto, el Tribunal de Primera Instancia de Bayona (Francia) condenó ayer al armador del pesquero español Rafael, apresado el pasado domingo, a una multa de 5.500 dólares (715.000 pesetas) por "faenar sin licencia en aguas bajo jurisdicción francesa". Además, el barco español llevaba redes con mallaje inferior al limite legal de 65 milímetros, no tenía puesto al día el registro de a bordo y opuso resistencia a la autoridad.