Verdadero cine de autor
Hace poco, los cineastas Sidney Pollack y Lawrence Kasdan coincidieron, por un lado, en que el cine actual de su país es cada día más deudor de la herencia del Hollywood clásico; y por otro en que la mayor parte de las innovaciones de lenguaje que se observan en él proceden de una influencia subterránea del cine europeo en la evolución de esa herencia clásica.Esta influencia, subterránea pero formalmente decisiva, del cine europeo sobre el estadounidense se percibe en el cine independiente, que con frecuencia, y no por azar, es más visto y estimado en Europa que en su país. Y cuando decimos cine independiente no nos limitamos al cine marginal, sino que al que hacen cineastas de fuste y gran audiencia, como Robert Altman, los hermanos Coen, Woody Allen, Coppola, Scorsese, Clint Eastwood y -más cerca y ahora en la carteleras españolas- Abel Ferrara y Hal Hartley.
Amateur
Dirección guión: Hal Hartley.Fotografía: Michael Spiller. Música: Jeff Taylor, Ned Rifle. Estados Unidos- Francia, 1993. Intérpretes: Isabelle Huppert, Martin Donovan, Elina Lowensohn, Darnian Young. Estreno en Madrid: cines Azul, Luchana, Renoir.
Hartley ha dirigido cuatro películas y todas ellas han tenido en Europa más resonancia que en Estados Unidos. En España se han estrenado las cuatro: La increíble verdad -su primera película, realizada hace cinco años-, Confía en mi, Simple men y ahora Amateur, que se estrena tras su buena acogida por los críticos europeos en su paso por el último festival de Cannes.
La esencia de un estilo
No es la película más redonda de Hartley, pero lleva dentro con concisión la esencia de su estilo, que está estrechamente vinculado a la evolución de las tradiciones de la nueva ola francesa de los años sesenta, combinadas con las peculiaridades del cine independiente neoyorquino que prolonga la corriente underground paralela á aquel movimiento renovador francés.El caracter abierto de estas dos tradiciones permite a la película no parecerse a ninguna otra, salvo a las realizadas por su mismo director: se trata de cine de director-autor en toda la regla y esto no es poco, cuando el falso cine de director-autor se está convirtiendo -sobre todo en Europa, pero tambíen de carambola en Estados Unidos- en una epidemia y, por consiguiente, en una en una estafa.
Hartley sabe intuir y dar forma a personajes, urdir para ellos la peripecia argumental que requiere su peripecia íntima, hacer discurrir el argumento a través de situaciones coherentes con la aventura que cuenta y trenzar estas situaciones con diálogos con sello propio y, en ocasiones, de gran brillantez, que parecen surgir espontáneamente del precipitado natural de la elocuencia del intérprete ante el espejo de la cámara.
El resultado es que Amateur es una película rara, muy original y de acusado estilo, tal vez sin la libertad interior y la penetración de la magistral Simple man, pero segregada por la misma imaginación escéptica, sagaz y capacitada para deducir humor de la sordidez y toneladas de absurdo de las entretelas de la vida cotidiana.
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